
Denuncian a la cadena textil KiK por infringir la ley alemana de cadena de suministro
Berlín, 19 jun (EFE).- Un sindicato paquistaní y una ONG alemana han denunciado a la textil germana KiK ante la Oficina Federal de Asuntos Económicos y Control de Exportaciones (BAFA) por infringir la ley de supervisión de cadena de suministro que obliga a las empresas a asegurarse de que sus proveedores en el extranjero no violan los derechos humanos y no dañan al medio ambiente.
Según un comunicado de la ONG, el Centro Europeo para Derechos Humanos y Constitucionales (ECCHR), la queja se centra en las alegaciones de que un proveedor paquistaní de KiK, Mount Fuji, reprime la actividad sindical entre sus empleados y no les paga sueldos justos.
«KiK está vendiendo como un éxito medidas superficiales e inefectivas, mientras que los trabajadores afectados en Pakistán siguen trabajando en condiciones precarias y se nos obstaculiza nuestra actividad sindical», declaró por su parte Nasir Mansoor, secretario general del sindicato NTUF.
Las organizaciones ya habían presentado en 2023 una queja interna reclamando que KiK tomara medidas para garantizar que su proveedor paquistaní pagase al menos el salario mínimo.
Inicialmente, la cadena, que tiene tiendas en diversos países europeos, entre ellos España, mostró una «disposición al diálogo» y conminó a Mount Fuji a firmar un documento comprometiéndose con el derecho laboral vigente.
Sin embargo, siempre según ECCHR y NTUF, la empresa rehusó más tarde asumir «responsabilidad real», cuando Mount Fuji despidió a los trabajadores sindicados, mientras que la propia BAFA alemana certificó que no había podido establecer violaciones de la ley de cadena de suministro por parte de KiK en Pakistán, todo ello sin haber consultado con los afectados.
«Vemos una vez más cómo las empresas evaden su responsabilidad, gracias a la permisividad de una autoridad administrativa que vacía de contenido la ley con sus limitadas prácticas de monitoreo», declaró Annabell Brüggemann, asesora legal de ECCHR.
Hace un año, la empresa aseguró que sí que supervisaba si se cumplían los preceptos legales y que había encargado varias auditorías que hallaron que las alegaciones eran falsas.
Las condiciones laborales en las fábricas que suministran a KiK han sido objeto de discusión en Alemania desde que en 2012 murieran 258 personas en el incendio de unas instalaciones de Ali Enterprises donde se elaboraban prendas para la cadena textil. EFE
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