Denuncian a una empresa francesa como cómplice de genocidio por vender equipos a Israel

París, 12 jun (EFE).- La Liga de Derechos Humanos (LDH) de Francia ha presentado una denuncia en este país por delitos de complicidad con crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio contra la compañía Eurolinks por vender componentes a una empresa israelí que fabrica metralletas supuestamente utilizadas en Gaza.

En la denuncia, en la que la LDH se ha constituido en acusación particular para forzar la designación de dos jueces de instrucción, también se acusa a la compañía israelí IMI Systems que ensambla las metralletas y a los miembros de la comisión gubernamental francesa que autoriza cada mes las licencias de exportación de armas, según el abogado de la ONG que lleva el caso, Emmanuel Daoud.

«En una segunda fase, se planteará la responsabilidad del ministro de Defensa», Sébastien Lecornu, avanzó este jueves a EFE Daoud, que precisó que por ahora su acción no se dirige contra él porque al estar aforado cualquier procedimiento tendría que pasar por una jurisdicción especial, el Tribunal de Justicia de la República.

En cualquier caso, el abogado insistió en que se trata de «poner fin a la hipocresía» de todos los que participan o dan su visto bueno a este comercio, que no pueden negar porque para la LDH es una evidencia.

El letrado afirmó que «la denuncia está documentada» y en ella se pone en evidencia que Eurolinks ha enviado cargamentos de toneladas de piezas utilizadas para cargar las balas de las metralletas en 2024 y en 2025 a IMI Systems, que es un proveedor conocido del Ejército de Israel.

El letrado admitió que no disponen de pruebas materiales de que sean los componentes que suministra Eurolinks los que han servido para la fabricación de metralletas efectivamente utilizadas por los soldados israelíes en Gaza y en Cisjordania, pero sí de que ese tipo de armas de ese fabricante se han usado y se usan en los territorios palestinos.

Pero sí hay -a su juicio- «pruebas materiales» de que el Ejército israelí viola allí el derecho internacional porque «hay civiles que son asesinados todos los días».

De acuerdo con su razonamiento, eso convierte en cómplices de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio a los que les venden armas o componentes utilizados para ensamblarlas y a los que en Francia autorizan ese comercio.

Francia, como país democrático ha firmado toda una serie de tratados internacionales por los que se compromete a prevenir la comisión de esos crímenes y esas obligaciones incumben a los ciudadanos franceses y a las empresas francesas.

«Nadie puede esconderse en un ‘no sabía'», destacó Daoud, que denunció los cambios en las justificaciones dadas por el ministro francés de Defensa, que hace unos meses afirmaba que las piezas enviadas a Israel por Eurolinks en realidad equipaban metralletas que luego se comercializaban desde Francia, y que no iban destinadas a la guerra contra los palestinos en Gaza y Cisjordania.

La semana pasada, trabajadores del puerto de Marsella-Fos del sindicato CGT se habían negado a cargar tres contenedores con componentes militares con destino a Israel, uno de ellos con piezas de Eurolinks para metralletas porque afirmaban que no querían «participar en el genocidio en marcha orquestado por el Gobierno israelí». EFE

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