Dimite un ministro de Camerún a cuatro meses de las elecciones presidenciales
Yaundé, 25 jun (EFE).- El ministro de Empleo y Formación Profesional de Camerún, Issa Tchiroma Bakary, presentó su dimisión a cuatro meses de las elecciones presidenciales de octubre, lo que ha desatado especulaciones sobre su posible candidatura a esos comicios.
Bakary, líder del Frente para la Salvación Nacional de Camerún (FSNC), informó de su renuncia en una carta dirigida al presidente del país, Paul Biya, y que recogen este miércoles medios locales.
«Esta decisión no se debe a una negación personal ni a un cálculo político, sino a un imperativo moral: ser fiel a los compromisos adquiridos con nuestros conciudadanos», afirmó el dimisionario en la misiva, datada este 24 de junio.
«Por ello, tengo el honor, excelencia, señor presidente de la República, de presentar mi renuncia al Gobierno con efecto inmediato», agregó Bakary, de 75 años, cuya dimisión supone un golpe para la coalición gubernamental.
Hace un par de semanas, en la ciudad de Garoua, su bastión electoral en el norte del país, el ya exministro había criticado duramente al Gobierno de Biya, quien no ha revelado si concurrirá a los comicios de octubre.
Biya, de 92 años, llegó a la jefatura del Estado en 1982, después de siete años como primer ministro, al sustituir al primer presidente del país, Ahmadou Ahidjo, quien presentó su dimisión.
El mandatario aceptó a regañadientes el establecimiento de una democracia multipartita a comienzos de los años 90.
Desde entonces, no ha dejado de ganar elecciones -la última en 2018, que le brindó su séptimo mandato de siete años-, si bien la oposición tildó de fraudulenta esa votación.
Aunque el gobernante se convirtió en el jefe de Estado de más edad en septiembre de 2022, tras la muerte de la reina Isabel II, sigue sin ser el presidente que más tiempo lleva en el poder en el mundo.
Ese récord corresponde al presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, de 83 años, quien gobierna con mano de hierro desde 1979, cuando derrocó a su tío Francisco Macías en un golpe de Estado. EFE
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