
Ed Maverick: “La música que hago está en mis destellos más vulnerables, pero no soy eso”
Diego Cubillas
Ciudad de México, 15 oct (EFE).- Aunque afirma que no es la persona «indicada para ser famoso”, Eduardo Hernández Saucedo, más conocido como Ed Maverick, se convirtió con 17 años en uno de los cantautores más jóvenes y escuchados de la escena mexicana, después de que la canción que le dedicó a la chica que le gustaba a su amigo, ‘Fuentes de Ortiz’, se convirtiese un éxito mundial.
Ahora, siete años después y alejado de la fama, señala a EFE, en una de las pocas entrevistas que concede, que no le gusta que su música directa, melancólica y amorosa esté relacionada con el espectáculo: “Quiero que esté vinculada al mundo del arte. Al final eso es la música: arte”.
«La música que yo hago está en mis destellos más vulnerables, pero yo no soy eso nada más. Soy humano y tengo mi parte que trato de mejorar todo el tiempo”, agrega el músico de 24 años.
Siendo todavía menor de edad, su éxito, reconoce, le cambió la manera de relacionarse con las personas.
“La mayoría del tiempo siento vergüenza. Si llego a un restaurante y ponen mis rolas (canciones), lo más probable es que me vaya”, aunque, entre risas, añade: “Si estoy pedo (bebido), siento un poquito más de alegría y no tanta vergüenza”.
El precio de la fama
Después de mudarse de la norteña ciudad de Delicias (Chihuahua) a la capital mexicana, y de volver más tarde a su tierra natal, Maverick reconoce que ha tenido que rehacer sus vínculos personales.
“Hoy por hoy, para mí la vida no tiene nada definitivo en la cuestión de las personas con las que te relacionas (…). El principal problema que siento más difícil y existencial es el de la confianza. Hay amigos que ya no tengo porque la manera en la que me percibía no era la ideal de una persona con la cual puedes tener un vínculo bien hecho. Todo el tiempo es dudar de si tiene algo que ver con ser famoso”, reflexiona.
Según relata, eso generó ciertas inseguridades en él: “No te das cuenta de que empieces a necesitar vínculos más estrechos hasta que te sientes completamente solo”.
Lejos de las tendencias comerciales, Maverick publicó en 2024 ‘La nube en el jardín’, un álbum de una sola pista de 53 minutos y con las canciones enlazadas entre sí que rompió la lógica de los sencillos virales.
“No me gusta lanzar música de la manera tradicional. Queríamos hacer algo más trascendente, no solo buscar el hit del momento”, explica.
Un éxito que ciertas canciones de la nueva música mexicana consiguen a través del estilo musical y las letras de los corridos tumbados.
“Me asusta que exista tanta violencia que la música trate de eso, pero no es culpa de los artistas”, señala. “El corrido es un reflejo de una mala gestión social y política. Aun así, me gusta mucho; forma parte de mis referencias”.
Junto a la manera de entender la música, después de recorrer los teatros de Estados Unidos, Europa y México, en una gira planeada hace dos años, Maverick explicó que cuando se organizó “no quería pararme frente a tanta gente. Hoy lo haría solo por el dinero que eso representa, pero prefiero un formato más íntimo”.
Este lunes, el mexicano, acompañado de sus guitarras y un lleno de 3.000 personas, iluminó, en una tenue puesta en escena, el Teatro Metropólitan capitalino, donde presentó sus canciones en un concierto de dos horas. EFE
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