Educación sexual «sesgada» en Ecuador impide a menores reconocer violencia, según estudio

Guayaquil (Ecuador), 24 abr (EFE).- La niñez y adolescencia en Ecuador recibe información «sesgada» sobre sexualidad, lo que les impide identificar la violencia machista y sexual y ejercer de manera integral sus derechos sexuales y reproductivos, según señala un informe de la ecuatoriana Fundación Desafío.

El estudio, denominado ‘Para no cometer errores’, fue presentado este jueves en Quito y hace un análisis del impacto de la falta de educación sexual integral en seis provincias de Ecuador.

El documento señala que la información que se da en los colegios suele estar «posicionada en dogmas religiosos o simplemente enfocada a conocimientos de la anatomía genital».

«La información es de mala calidad, es sesgada, biologicista, punitivista y está direccionada al embarazo adolescente, pero la educación sexual no es una herramienta solamente para esto, y está dirigida específicamente para las mujeres», explicó a EFE la presidenta de Fundación Desafío, Virginia Gómez de la Torre.

La investigación se realizó con la colaboración de organizaciones de mujeres y estudiantiles de las provincias de Manabí, Pichincha, Orellana, Esmeraldas, Tungurahua, Santo Domingo de los Tsáchilas y Esmeraldas, y participaron docentes, profesionales del Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) y estudiantes de bachillerato.

Educación sexual no es para todos

Los resultados del informe señalan que, en primer lugar, el acceso a la educación sexual no es igual para todos, ya que aunque la mayor parte de adolescentes consultados dijeron que reciben información sobre sexualidad en el colegio, cerca de la mitad de docentes y profesionales de los DECE aseguraron que en la institución en la que trabajan no se imparte este tipo de educación.

Unos pocos estudiantes aseguraron que no reciben educación sexual porque estudian en colegios religiosos o militares.

El estudio también determina que las instituciones educativas educan en sexualidad con el objetivo de «prevenir errores» y enfocan la información «con base en el miedo».

Además, a pesar de que la prevención del embarazo en la adolescencia está en el centro de la educación que han recibido, la investigación señala que «los esfuerzos siguen siendo ineficaces, ya que la mayoría de estudiantes que participaron en el estudio sienten que no tienen información suficiente sobre este tema».

«Lo que está pasando ahora ni siquiera es efectivo para prevenir el embarazo adolescente porque, a pesar a que hay una disminución leve, las tasas siguen siendo altas y en el embarazo infantil no hay disminución, y eso está relacionado a la violencia sexual», añadió De la Torre.

La organización Human Rights Watch (HRW) señaló en un informe en 2024 que, «a pesar del compromiso de las instituciones gubernamentales, la violencia sexual sigue siendo endémica» en las escuelas y colegios de Ecuador y «muchas víctimas no encuentran justicia» por estos delitos.

Solo entre enero de 2020 y junio de 2024, el Ministerio de Educación del país andino había reportado 2.827 casos de violencia sexual, una cifra que se elevaba a 6.516 si se contabilizaban los abusos detectados en la última década, según recoge HRW.

La educación no es integral

El estudio presentado este jueves señala que las limitaciones de la educación sexual que se imparte también se evidencian en que solo unos pocos estudiantes reportaron haber aprendido sobre otros temas que deberían abordarse durante la adolescencia como los cambios corporales, el respeto en las relaciones de pareja, el aborto, la violencia sexual, la anticoncepción de emergencia, la menstruación e higiene personal y el consentimiento.

«La falta de integralidad en la educación sexual tiene efectos concretos para las y los adolescentes como no poder identificar la violencia sexual y de género que enfrentan o que sucede a su alrededor, la discriminación o acoso en instituciones educativas y en las familias, y les resta espacios para desarrollarse con apoyo, autonomía y libertad», detalla la investigación.

Gómez de la Torre hizo énfasis en que la educación sexual integral es «un derecho» que está en la Constitución y que implementarla es un mandato incluido en condenas emitidas contra Ecuador por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), en el caso de Paola Guzmán Albarracín, y recientemente por el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en el caso de Norma.

«Las obligaciones que tiene el Estado y la realidad del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos en el país son motivos suficientes para iniciar una discusión y plantear una solución definitiva a la vulneración del derecho a la información que está viviendo la niñez y la adolescencia», señaló la presidenta de la Fundación Desafío. EFE

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