
Egipto estima gastar más de 84.000 millones de euros en 2025-2026, un aumento del 18 %
El Cairo, 26 mar (EFE).- Egipto aprobó este miércoles el proyecto de presupuesto para el nuevo año fiscal, 2025-2026, en el que estima un gasto de más de 84.000 millones de euros, lo que supone un aumento del 18 % respecto al presupuesto anterior.
Según la agencia oficial de noticias egipcia MENA, el Consejo de los Ministros aprobó hoy el proyecto de presupuesto para el nuevo año fiscal y decidió remitirlo a la Cámara de los Diputados, para ser revisado y aprobado.
Durante la sesión en la que se aprobó el proyecto, el ministro de Finanzas, Ahmed Kouchouk, señaló que se proyectaron unos gastos de unos 4,6 billones de libras egipcias, más de 84.000 millones de euros, mientras que los ingresos se estimaron en unos 3,1 billones libras egipcias (57.000 millones de euros), un 19 % más que lo programado en el presupuesto del año anterior.
Pese a prever gastar más de lo que se supone que se ingresará, Egipto tiene como objetivo en estos presupuestos «lograr un superávit primario del 4% del PIB», así como, «reducir la deuda de los organismos del presupuesto general al 82,9 %».
Asimismo, entre los planes del gasto estatal se prevé incrementar el gasto en los sectores de salud, educación y protección social, así como el apoyo a los sectores productivos y exportadores.
Para los más vulnerables
Kouchouk explicó que el proyecto cumple con «el gasto constitucionalmente obligatorio en educación, salud e investigación científica».
En este sentido, indicó que se han asignado 732.600 millones de libras egipcias (13.400 millones de euros) a apoyo, subvenciones y beneficios sociales, aumentando esta partida en un 15,2%, con el objetivo de «aliviar la carga de los ciudadanos y dirigirse a los grupos más vulnerables».
Añadió que 160.000 millones de libras (2.900 millones de euros) se destinarían a subvencionar los productos alimenticios y el pan, un 20% más que en los presupuestos anteriores.
También se destinarán 75.000 millones de libras (1.400 millones de euros) para subvencionar los productos derivados del petróleo, un monto igual para la electricidad y 3.500 millones de libras (64 millones de euros ) para el suministro de gas natural a los hogares.
Kouchouk detalló que la partida para las subvenciones condicionadas a familias pobres con hijos se incrementará un 35 %, con el fin de proveer un aumento del 25 % en la ayuda mensual este grupo a partir de abril del próximo año.
En cuanto a los salarios de los empleados estatales, el proyecto recoge un incremento del 18,1 % en esta paratida presupuestaria con el fin de aumentar las nóminas de los trabajadores a partir del 1 de julio.
Préstamos e incumplimientos
Si bien el presidente egipcio Abdelfatah al Sisi consideró el pasado 17 de marzo que Egipto «ha logrado avanzar con paso firme y mesurado a pesar de los desafíos (económicos) que ha enfrentado en los últimos quince años», la situación económica del país sigue siendo complicada.
El año pasado el país recibió un nuevo préstamo multimillonario del Fondo Monetario Internacional para pagar los intereses de su deuda, a cambio de iniciar reformas económicas para liberalizar el tipo de cambio, limitar el papel del Estado en la economía y reducir el gasto público.
Si bien el Fondo aprobó el pasado 17 de marzo entregar a Egipto 1.200 millones de dólares parte de ese acuerdo, lo hizo pese a detectar en su evaluación el incumplimiento de varias condiciones que el organismo considera clave para la evolución positiva de la economía egipcia.
El organismo multilateral reconoció al autorizar la entrega de este dinero que el entorno «desafiante» de Egipto -los conflictos de Gaza, Sudán y Yemen y la caída de ingresos por el canal de Suez, entre otros- contribuye a ralentizar las reformas comprometidas.
Entre éstas reformas incumplidas de momento están la privatización de empresas estatales, el fortalecimiento de las reservas fiscales, implementaciones de reformas fiscales y estructurales mediante el aumento de los ingresos, adopción de un tipo de cambio de divisas más flexible y el ajuste de la política monetaria para controlar la inflación. EFE
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