
El acusado del asesinato de Teresa Rodríguez: «Jamás podré perdonarme»
Bruselas, 9 oct (EFE).- César A. C., de 26 años, acusado del asesinato de la enfermera española de 23 años Teresa Rodríguez el 27 de octubre de 2022 en Bruselas, dijo este jueves que no fue capaz de aceptar la ruptura de su relación con una persona a quien «quería» y «admiraba tanto», y que jamás se perdonará el hecho de haber terminado con su vida.
«Asocié toda mi existencia a Teresa, es una idea horrible. No fui capaz de medir las consecuencias de mis actos (…). No voy a poder llegar a perdonarme ni a comprender», dijo entre lágrimas el acusado, que hoy declaró en el juicio que se celebra en un tribunal penal en el Palacio de Justicia de Bruselas.
«Pensé de forma no racional, que no había un mañana. Me pregunto por qué pensé así pero el fin de mi vida lo asocié a ella, a los dos. Es horrible, no tiene explicación», añadió.
César A. C., un guardia civil en prácticas que posteriormente fue expulsado del instituto armado, recordó los detalles de su relación, que comenzó en 2019, tuvo un parón en 2020 y recomenzó en 2021, y admitió que su temor a perder a la enfermera se hizo intenso cuando ella decidió trasladarse a Bruselas para llevar a cabo una formación en el instituto especializado en oncología Jules Bordet.
En un primer momento atribuyó a la «distancia» que impuso ese alejamiento el hecho de que Teresa ya no correspondiera a su afecto.
Cuando ella le confirmó que no quería seguir, él reconoció haber sentido «frustración» por no sentirse «a la altura» de una mujer que le «ayudó a mejorar en todos los aspectos e hizo sentir mejor persona».
Explicó que su visita a Bruselas el 22 de octubre de 2022 tuvo como objetivo de tratar de recuperar a Teresa, pese a haberle dicho a ella que solo quería «despedirse en persona».
«Estaba ciego por el amor, era una obsesión», reconoció.
La frialdad con la que la enfermera, que llegó a alojarle en su casa esa semana, le recibió esos días de finales de octubre no hizo más que aumentar la frustración de César A. C., que admitió estar celoso desde que días antes, el 1 de octubre, se enteró de que ella estaba saliendo con un estudiante alemán.
«Quería parar de sufrir, de respirar, pasar pagina», dijo el acusado, que insistió en que entró en una dinámica de pensamiento «muy negativa».
En la sesión de este jueves se leyó el acta de acusación, que incluye una detallada relación de los hechos, incluido el apuñalamiento ocurrido en torno a las 6 de la mañana del 27 de octubre, en el apartamento que la joven ocupaba en el centro de Bruselas.
Una noche antes, el 26 de octubre, según consta en el acta, Cesar A. C. buscó información en internet sobre cómo seccionar la arteria aorta y causar otras heridas mortales. También escribió un mensaje en Google Keep, que luego no llegó a enviar, en el que pedía perdón por lo que iba a hacer a sus padres, hermanos, abuela y otras personas y se excusaba también ante a la familia de la joven.
En día del asesinato, el 27 de octubre de 2022, tras entrar en el domicilio de la joven, el acusado se hizo con dos cuchillos que se encontraban en la cocina, que escondió primero y sacó después al acceder a la habitación de Teresa, que se encontraba en la cama.
Aseguró haber apagado las luces antes de apuñalarla más de 150 veces para no ver lo que iba a hacer e insistió en que «todo pasó muy rápido».
«Estaba muy agitado. Solo quería parar, dejar de escuchar sus gritos», dijo el acusado.
Acto seguido se lanzó por la ventana del apartamento de la víctima, según dijo hoy con el pensamiento de suicidarse, lo que le produjo heridas graves por las que tuvo que ser atendido en la UCI, antes de pasar a disposición judicial y posteriormente ingresar en prisión.
En el juicio, que está previsto se prolongue hasta la próxima semana, están llamados a declarar unos 40 testigos.
Durante el curso de la instrucción y sobre la base de los elementos que apuntan a una premeditación, el juez instructor del caso pidió la recalificación de los hechos de homicidio a asesinato.
César A. C. se enfrenta a una pena de cadena perpetúa a propuesta de la Fiscalía como supuesto autor de un delito de homicidio premeditado. En los últimos tres años ha estado en al menos dos centros penitenciarios belgas, el último en la cárcel de Haren, una prisión próxima a Bruselas. EFE
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