
El gobierno de Quebec presenta un proyecto de «constitución» para preservar su integridad
Toronto (Canadá), 9 oct (EFE).- El gobierno de la provincia canadiense de Quebec presentó este jueves el borrador de su primera «constitución» para preservar la integridad territorial y que establece que «ningún otro parlamento o Gobierno podrá reducir» sus poderes.
El controvertido proyecto de ley, de 40 páginas, y patrocinado por el Gobierno del partido nacionalista conservador Coalition Avenir Québec (CAQ), también establece el rechazo «a la monarquía y sus símbolos» y del multiculturalismo de Canadá, que sería sustituido con un modelo de «integración nacional».
El proyecto de ley, presentado hoy ante la Asamblea Nacional de Quebec, el parlamento provincial, defiende el francés como la única lengua oficial del territorio en detrimento del inglés y las lenguas de los indígenas.
Pero de aprobarse por el parlamento provincial, la ley impedirá el uso de dinero público para oponerse a leyes consideradas fundamentales para Quebec, como las de lenguaje o las de los símbolos religiosos, una polémica legislación que es considerada como antimusulmana por muchas organizaciones así como el Gobierno federal.
El jefe del gobierno de Quebec, François Legault, declaró en un acto previo a la presentación del borrador que «ha llegado el momento de afirmar claramente la existencia constitucional de la nación quebequesa».
«Nuestra Constitución reunirá todas nuestras normas, todos nuestros valores fundamentales, en una sola ley. Se convertirá en la ley de todas las leyes», añadió.
Pero los partidos de la oposición han acusado a Legault y CAQ de utilizar el proyecto como arma electoralista ante la baja popularidad del Gobierno de cara a las elecciones provinciales de 2026.
Las últimas encuestas colocan a CAQ en tercera posición en preferencia de voto con un 16 %. Los sondeos señalan que el soberanista Partido Quebequés (PQ) ganará las elecciones con un 36 % de apoyo, seguido por el federalista Partido Liberal de Québec (PLQ) con un 25 %.
Pero Legault ha rechazado las críticas y ha señalado que el proyecto de ley protegerá y fortalecerá a Quebec, a la vez que respetará los derechos de las minorías: los indígenas y los anglófonos.
«Queremos proteger nuestra lengua, nuestros valores, nuestra identidad, nuestros derechos; y queremos fortalecer nuestra autonomía, nuestras instituciones y nuestra soberanía parlamentaria», explicó.
Los separatistas Partido Quebequés (PQ) y Quebec Solidaire (QS) señalaron que la llamada «constitución» es un acto simbólico y electoralista porque Quebec seguirá siendo parte de Canadá.
Por su parte, el PLQ ha protestado que el Gobierno no vaya a consultar con la población quebequesa para la redacción del texto.
En 1980 y en 1995, Quebec celebró referendos soberanistas con gobiernos del PQ. En la última consulta, los partidarios de la separación se quedaron a décimas de superar a los opuestos a la independencia.
En reacción a la consulta de 1995, el Gobierno canadiense aprobó la llamada Ley de la Claridad en 2000, que establece que el Parlamento canadiense determinará si la pregunta de un posible referendo es «clara» y si hubo una «mayoría clara» tras la votación.
El Gobierno también consultó al Tribunal Supremo de Canadá sobre si Quebec podría separarse unilateralmente, bajo el derecho internacional y el nacional.
El máximo tribunal del país determinó que aunque Quebec podía convocar el referendo, no puede separarse unilateralmente, que la consulta solo podría iniciar negociaciones con el resto del país y que sin la aprobación del resto de las provincias canadienses, Quebec no podría independizarse. EFE
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