El PS sólo se asociará con los mélenchonistas para evitar que la extrema derecha gobierne

París, 15 jun (EFE).- El primer secretario del Partido Socialista francés (PS), Olivier Faure, fijó este domingo una línea de alianzas con otras formaciones de izquierdas que excluye a La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, salvo si eso fuera necesario para evitar que la extrema derecha llegara al poder.

En el discurso de cierre del congreso del PS en la ciudad de Nancy (noreste), que ha formalizado su nombramiento para un nuevo mandato al término de una elección muy disputada, Faure ha pedido a todas las facciones de su partido que dejen de estar obsesionados por todo lo que dice el líder de LFI, que marca la agenda de la izquierda.

«Confieso -señaló con un tono de ironía- que no me pregunto lo que dice cada mañana Jean-Luc Mélenchon».

A su parecer «un gran partido socialista» lo que tiene que hacer es asumir «el liderazgo frente a la derecha, frente a la extrema derecha» y no «rebajarse en una polémica permanente» con LFI.

Una alusión a la división que se manifestó en el congreso en la jornada del sábado entre los que le apoyan a él, que obtuvo esta semana el voto del 51,15 % de los votos de los militantes, y los que se decantaban por el que fue su rival por el puesto de primer secretario, Nicolas Mayer-Rossignol, que perdió con poco menos del 49 % de los sufragios.

Mayer-Rossignol apuesta por una ruptura tajante con LFI, aunque admitió que está en favor de «un frente republicano en los lugares donde hay un riesgo» de que la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen conquiste el poder.

El diputado socialista Jérôme Guedj, que fue durante años el brazo derecho de Mélenchon cuando éste todavía estaba en el PS, pero que en los últimos tiempos ha tenido numerosos encontronazos con él y que es uno de los más tajantes en la voluntad de romper todos los puentes con LFI, dijo que su antiguo mentor se ha convertido en «un cabrón antisemita», palabras que generaron muchas reacciones.

Este domingo, Faure afirmó que el PS no firmará ningún acuerdo nacional para presentarse con LFI en las elecciones municipales de 2027 y de cara a las presidenciales de 2027 trabajará por una candidatura de la izquierda que incluya a socialistas, ecologistas, comunistas y otras personalidades, pero sin los mélenchonistas.

Pero al mismo tiempo, justificó la coalición del Nuevo Frente Popular que se hizo en el verano del pasado año también con LFI para presentarse a las legislativas anticipadas en las que el RN aparecía inicialmente como favorito.

Y lo justificó porque «si no hubiéramos hecho el Nuevo Frente Popular, (Jordan) Bardella estaría ahora en Matignon». Es decir, que el delfín de Le Pen sería ahora el primer ministro de Francia.

La coalición de toda la izquierda, y la estrategia de una parte del centro y la derecha de retirarse en algunas circunscripciones impidió al RN en la segunda vuelta de las legislativas obtener una mayoría que le hubiera podido permitir gobernar.

«Nunca ninguno de nosotros aceptará poner en el mismo saco la izquierda radical y la extrema derecha», aseguró el líder socialista, que insistió en que «si se presentara la amenaza de que la extrema derecha llegara al poder, ninguno de nosotros aceptaría participar, ni si quiera de forma indirecta, en que eso ocurriera». EFE

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