El real brasileño registró en 2025 su mayor apreciación frente al dólar en diez años
Río de Janeiro, 30 dic (EFE).- El real brasileño registró en 2025 una subida del 11,18 %, su mayor apreciación anual frente al dólar de la última década, reflejo de las pérdidas generalizadas sufridas por el billete verde frente a otras monedas en el primer año de Gobierno de Donald Trump.
El mercado de cambio brasileño cerró este martes, en la última jornada de negociaciones del año, con una cotización de 5,488 reales por dólar tanto para la venta como para la compra, lo que equivale a una depreciación del 1,47 % en comparación con el cierre del lunes.
Pese a que el real sufrió una depreciación del 2,87 % en el acumulado de diciembre, del 2,92 % en el último trimestre del año y del 1,0 % en el segundo semestre de 2025, terminó el año con un valor muy superior al que tenía el 30 de diciembre de 2024, cuando el cambio en Brasil era de 6,18 reales por dólar.
Con una subida del 11,18 % en el acumulado de 2025, el real no tenía una apreciación tan fuerte frente al dólar desde 2016, cuando su valor aumentó un 17,8 %.
Pero ese resultado no le permitió revertir la fuerte caída de 2024, cuando el real sufrió una depreciación del 27,35 %, su mayor pérdida de valor desde 2020.
La depreciación en Brasil en 2024 fue la mayor desde 2020 (-29,33 %), cuando la moneda sintió los efectos negativos de la paralización de actividades provocada por la pandemia de covid, y la segunda mayor desde 2015 (-48,3 %), cuando, en medio de la crisis política que terminó con la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, Brasil encadenó dos años de recesión.
Tras la desvalorización de 2024, en parte provocada por las expectativas de que Trump iniciaría su mandato con una política económica rígidamente conservadora y proteccionista, con elevación de aranceles y fuerte reducción de impuestos desde inicios de enero, el real comenzó a recuperarse en el primer semestre de 2025.
La moneda de la mayor economía brasileña llegó a apreciarse un 14,7 % hasta mediados del año, cuando el cambio se ubicó en 5,27 reales por dólar, pero en el último semestre se caracterizó por la elevada volatilidad del mercado de cambio.
El dólar llegó a registrar una fuerte subida en abril, cuando Trump anunció un primer aumento de los aranceles sobre productos brasileños, pero fue perdiendo terreno frente al real en la medida en que el Gobierno estadounidense fue reduciendo las tasas y ante la falta de eficacia para frenar las exportaciones brasileñas.
Además de los factores externos, para la apreciación del real también contribuyeron los buenos resultados de la economía brasileña que, pese a la esperada desaceleración en 2025 frente a 2024, termina el año con la inflación bajo control (4,32 % según la última proyección) y el desempleo en su mínimo nivel (5,2 % en noviembre).
Ante tales indicadores, la previsión de los economistas es que el Banco Central aún mantenga elevados las tasas de intereses del país, que están en el 15 % anual, su mayor nivel en dos décadas, lo que ayuda a atraer inversión extranjera en un escenario en que el Tesoro estadounidense ya comenzó a bajar sus tipos.
Pero Brasil no fue el único país cuya moneda se apreció frente al dólar este año. La pérdida de valor de la moneda estadounidense fue generalizada frente a las de los otros países más industrializados y también frente a los emergentes.
Por eso motivo, pese a apreciarse frente al dólar, el real acumuló en 2025 una depreciación del 9 % frente al índice DXY, que mide el valor del dólar frente a una canasta de importantes monedas mundiales, como el euro, el yen japonés, la libre esterlina, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo. EFE
cm/cms/jrh