España y Egipto ante el desafío común de un turismo patrimonial sustentable

El Cairo, 26 abr (EFE).- España y Egipto afrontan el desafío común de desarrollar un turismo patrimonial que sea social, ambiental y económicamente sustentable, con la responsabilidad de proteger su patrimonio universal y a sus ciudadanos de los «efectos perversos» que pueda causar esta industria «vital» para ambos países.

Esa fue la idea principal que se planteó este miércoles en la inauguración del Congreso Internacional de Gestión Turística del Patrimonio en Destinos de Interior (Cigestur) en El Cairo, un evento impulsado en la capital egipcia por el Instituto Superior para el Turismo y Hostelería del Sinaí (ISTHS) y la Universidad de Córdoba.

El evento, la contraparte egipcia del congreso que se desarrolla anualmente en Córdoba, cuenta con la presencia de académicos de las universidades españolas de Córdoba, Complutense, Valencia, Jaén, Salamanca y Castilla-La Mancha, así como de la Universidad de Coimbra (Portugal), University College London (Inglaterra) y la de San Nicolás de Hidalgo (México), entre otras.

Como señaló en la inauguración la decana del ISTHS, Nashwa El Sherif, el objetivo de la reunión es «abordar la importancia de los recursos tangibles e intangibles» que Egipto y España tienen para el turismo, pero sobre todo analizarlo «en el contexto de lo que pasa en el mundo» y reconociendo «los objetivos de sustentabilidad de Naciones Unidas».

Del mismo modo se expresó Ricardo Hernández, profesor de la Universidad de Córdoba y coordinador de Cigestur España, quien resaltó que tanto Egipto y El Cairo, y como España y la ciudad de Córdoba, ambas ciudades patrimonio de la Humanidad, deben «cumplir con las necesidades del turismo» como responsabilidad «con la protección y la preservación» del entorno.

Ángeles Jordano, profesora de la Universidad de Córdoba y representante del comité científico del congreso, alertó precisamente de que ciudades que tienen en su «potencial cultural el atractivo que atrae turistas», tienen que abordar el reto de «dar respuesta a sociedades que se ven desplazadas en sus propias ciudades por la invasión de turistas».

Pese a que «da riqueza y trabajo», el turismo también genera «efectos perversos», señaló.

Más allá de analizar los problemas, el congreso también se plantea, como indicó en la inauguración el embajador de España en Egipto, Álvaro Iranzo, reafirmar la «responsabilidad» de ambos países en la gestión patrimonial, así como su capacidad para «convertir el patrimonio cultural en atractivos turísticos» que dinamicen las economías.

De forma paralela al foro, que se extenderá por dos días, se inauguró una muestra fotográfica titulada «Córdoba, Ciudad Patrimonio de la Humanidad” a cargo del fotógrafo Rafael Carmona, que recoge instantáneas del casco histórico de la ciudad andaluza. EFE

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