Estadio Wankdorf: cayó para renacer en el año 2004
Eran las 15 horas en Berna. 20 kilos de explosivos colocados en 450 orificios pusieron fin a 47 años de historia en el deporte suizo e internacional. Tres de los cuatro mástiles de alumbrado y la tribuna principal cedieron a las seis detonaciones sucesivas. El cuarto mástil debió ser demolido posteriormente. Un importante dispositivo de seguridad controló la operación.
Construido en 1925 y renovado en 1954 para albergar el Campeonato Mundial de Fútbol, disputado en Suiza – acontecimiento de particular significado para el balompié alemán, ganador del título -, el mítico estadio bernés se somete a los dictados del fútbol moderno, espectáculo-empresa, que le exige adecuar sus instalaciones a normas de comodidad y seguridad exigidas.
Fue escenario de 76 finales de Copa, 100 partidos de selecciones nacionales y varios encuentros internacionales, pero es, sin duda, la final Alemania 3 – Hungría 2, de 1954, la que le dio el carácter de Templo del Fútbol.
Aquel denominado “Das Wunder von Bern” (El milagro de Berna) marcó efectivamente un giro importante en el resurgimiento del fútbol germano y de una nación abocada a la reconstrucción posterior a la guerra.
Hace poco (ver nota de 09.07), un partido de fútbol entre Young Boys y Lugano sirvió de acertado pretexto para decir adiós al viejo complejo deportivo situado entre las calles Sempach y Papiermühlestrasse, en Berna.
La ocasión permitió repasar algunas páginas gloriosas escritas en el estadio de Wankdorf, y al término de esa noche iluminada por juegos de artificio, los asistentes aprovecharon para llevarse un “pedacito” de su estadio.
Operación delicada
La crónica del derrumbe anunciado culminó este viernes a las 15 horas. La explosión sincronizada de los 20 kilos de dinamita creó una presión de 100.000 bar, equivalente a la fuerza de un chorro de agua que llega a 1.000 kilómetros de altura.
El perímetro de 300 metros a la redonda fue cerrado al paso de peatones y de vehículos y casi un centenar de efectivos de la policía y de la empresa que construirá el futuro complejo deportivo se encargaron de garantizar la seguridad. Todos los vecinos de la zona cerraron ventanas y puertas para evitar eventualidades desagradables.
Numerosos curiosos llegaron hasta las proximidades para presenciar el acontecimiento y muchísimos otros siguieron el evento por televisión o a través de nuestra página. Una veintena de medios audiovisuales y de prensa cubrieron el episodio.
La delicada operación fue preparada durante tres semanas por la empresa zuriquesa, Gefas-Bereuter. “Todo transcurrió como previmos, pero el poste de alumbrado que no cayó tenía, por lo visto, una estructura metálica interna demasiado fuerte”, explicó el experto artificiero, Marco Zimmermann.
Es oportuno señalar que los cuatro pilares del alumbrado miden 50 metros de altura y el techo de la tribuna, 110 metros por 23. Con excepción del pilar resistente, las otras instalaciones se inclinaron en la dirección calculada antes de desplomarse.
Resurgirá en el año 2004
Los cimientos del nuevo complejo deportivo-comercial serán puestos a comienzos del próximo año 2002, costará 350 millones de francos y será inaugurado en la segunda parte de 2004. Además de ofrecer una capacidad para 31.000 espectadores, el complejo multifuncional contará también con una escuela y oficinas.
Tendrá otra apariencia, será más moderno, pero conservará seguramente el espíritu del mítico Estadio Wankdorf, de Berna.
Juan Espinoza
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