Estudiantes libaneses, empujados a dejar la universidad o su país
Anna María Guzelian
Beirut, 14 dic (EFE).- Muchos estudiantes libaneses no pueden pagar la matrícula universitaria debido al aumento de los precios y la devaluación de la moneda local, en medio de la peor crisis económica que ha sufrido el país, y a algunos de ellos no les queda más remedio que abandonar sus estudios o incluso su patria.
Las universidades privadas del Líbano han tenido que aumentar sus tasas, en algunos casos más del doble, y algunas exigen que el pago sea en dólares, ya que la moneda libanesa ha perdido el 90 % de su valor y en el mercado negro ha superado esta semana las 26.000 libras por un dólar.
Mientras, solo hay una institución pública, la Universidad Libanesa, a la que se han trasladado algunos estudiantes ante ese incremento, que ha hecho que entre el 70 y el 80 % de los que están matriculados no puedan hacer frente a los costes, según cálculos de la organización KANIYA.
AYUDA PARA COMPLETAR LOS ESTUDIOS
Su cofundadora y codirectora, Isabel Henzler Carrascal, dice a Efe que la ONG fue lanzada este curso escolar ante esta dramática situación y que su objetivo es ayudar a los estudiantes a completar sus estudios, por lo que se dirige a los que están más próximos a la graduación.
«Solo hay una universidad pública, el resto son privadas y por eso las tasas de matrícula son muy altas. Eso ya era un gran problema antes de la crisis económica, pero es cada vez más importante en los últimos uno o dos años», relata Henzler Carrascal, una española-alemana afincada en Beirut.
«Entre un 70 y un 80 % de los estudiantes en el Líbano que están registrados en las universidades no pueden pagar la matrícula, y se encuentran ante la decisión de dejar su carrera para trabajar o necesitan ayuda para pagar la matrícula», explica.
Por ello, desde KANIYA se proponen recolectar 20.000 euros para empezar a ofrecer becas a universitarios libaneses que ya hayan cursado el 70 % de sus estudios para «darles la oportunidad de terminar sus carreras».
Los beneficiarios serán seleccionados por un jurado de cinco individuos en base a «su motivación y ambición, y su compromiso social», detalla la cofundadora, agregando que sus notas no serán tenidas en cuenta.
LA ÚNICA SOLUCIÓN, EMIGRAR
Por su parte, las autoridades libanesas admiten que no tienen un plan para hacer frente a esta situación ni cuentan con cifras oficiales sobre cuántos estudiantes han abandonado sus estudios, según una fuente del Ministerio de Educación consultada por Efe.
El Gobierno de Najib Mikati, que comenzó a trabajar el pasado septiembre después de más de un año de vacío de poder, tiene otras prioridades en medio de la crisis desatada en 2019, ya considerada como una de las peores a nivel mundial en más de siglo y medio, con una fuerte escasez de productos y servicios básicos.
Para muchos ciudadanos, la única salida es abandonar el Líbano, donde ya se habla de una «fuga de cerebros» en diferentes sectores. Este es el caso de Hamza Bilani, un estudiante de 26 años que no puede seguir costeándose la universidad privada en la que cursa Marketing y Publicidad.
«No puedo terminar mis estudios porque lo que me pagan en el trabajo no es suficiente para continuar mis estudios, así que la solución es dejar el país y vivir en el extranjero. De esta forma puedo satisfacer mis necesidades básicas y pagar mi universidad», se lamenta.
Bilani explica que, aunque esté trabajando 8 horas diarias, solo llega a pagar 6 créditos por semestre de un total de 30, aparte de mantenerse. «Con el dinero que gane fuera podré pagarme mi matrícula en el Líbano», afirma a Efe.
El joven planea viajar a Alemania y reunirse con su novia en el país europeo, trabajar y continuar sus estudios en línea, una opción que otros barajan ante la imposibilidad de ganarse la vida en el Líbano, donde el 80 % de la población ya vive en la pobreza.
«De esta forma podré encontrar un trabajo cuando termine mis estudios, porque aquí no voy a conseguir empleo, así que es mejor que me vaya», agrega. EFE
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