Exoneran a libio de asesinato de embajador de EEUU en Bengasi
Un libio acusado de dirigir el ataque de 2012 en Bengasi, en el que murieron el embajador de Estados Unidos y otras tres personas, fue absuelto este martes de asesinato, pero condenado por otros cargos de «terrorismo».
Luego de siete semanas de juicio en una corte civil en Washington, un jurado libró a Ahmed Abu Jatala de los cargos más serios que enfrentaba, el asesinato en ese puerto libio del embajador John Christopher Stevens, de un empleado del Departamento de Estado y dos exmiembros de los Navy Seal.
Jatala fue hallado culpable de cuatro acusaciones: conspiración con fines terroristas, apoyo al terrorismo, destrucción de propiedad estadounidense, y porte y uso de arma semiautomática.
Fue exhonerado de otros 14 cargos, varios de los cuales lo hacían enfrentar la cadena perpetua.
Aunque el libio de 46 años pudiera teóricamente ser condenado a una pena de hasta 60 años de prisión por los cuatro hechos en los que su culpabilidad está demostrada, el veredicto del martes es un revés para las autoridades estadounidenses que no lograron convencer a los 12 jurados de que Abu Jatala era el cerebro del ataque en Bengasi.
Sus abogados no dejaron de presentarlo como un hombre religioso y conservador, rechazando que él tuviese un odio persistente hacia Occidente.
El juicio fue también visto como una prueba a las prácticas de llevar sospechosos de manera forzada a Estados Unidos y enjuiciarlos en cortes civiles.
El ataque de 2012, en la conmemoración del 11 de septiembre, fue llevado a cabo por 20 hombres armados con granadas y armas largas.
La muerte de Stevens conmocionó a los estadounidenses y se convirtió en el foco de una investigación políticamente muy cargada de la mayoría republicana en el Congreso sobre Hillary Clinton, la entonces secretaria de Estado, acusada de no proteger a los diplomáticos.
Jatala fue capturado en 2014 en un ataque de las fuerzas especiales de Estados Unidos, y luego fue interrogado durante una semana en un barco de la marina antes de ser llevado a Estados Unidos.
Su captura y el argumento legal se fundamentaron en un informante libio, un socio de Jatala, quien eventualmente recibió siete millones de dólares y asilo en Estados Unidos.
No se ha fijado una fecha para su sentencia.