
Fallece sacerdote nicaragüense que en 2018 fue atacado con ácido por una mujer rusa
San José, 13 oct (EFE).- El sacerdote nicaragüense Mario de Jesús Guevara Calero, quien en diciembre de 2018 fue atacado con ácido sulfúrico por una ciudadana rusa, falleció a los 66 años de edad, informó este lunes la Arquidiócesis Metropolitana de Managua.
La arquidiócesis, que dirige el cardenal nicaragüense, Leopoldo José Brenes Solórzano, comunicó en una declaración la muerte del presbítero, quien ejercía como director espiritual en el Seminario Arquidiocesano La Purísima.
El cardenal Brenes envió sus condolencias a la familia del sacerdote, a la comunidad del Seminario y a los feligreses que durante años atendió en varias parroquias de la Arquidiócesis de Managua.
La velación del sacerdote, fallecido la noche del domingo, se realizará este lunes en la parroquia Inmaculada Concepción de María, en el municipio de La Concepción, departamento de Masaya, al sur de Managua, donde también se realizará misa de cuerpo, y a continuación será enterrado en el cementerio de esa ciudad, de acuerdo con la información.
El sacerdote Guevara fue atacado por Elis Leonidovna Gonn, entonces de 24 años y originaria de Rusia, durante una sesión de confesiones en la catedral metropolitana de Managua, el 5 de diciembre de 2018.
El prebístero perdonó a su agresora y llamó a «tener misericordia con la muchacha», en la primera ocasión que tuvo para hablar tras el ataque, luego de que se confirmaron las graves consecuencias del ataque.
La ciudadana rusa fue encontrada culpable por rociar y quemar con ácido sulfúrico el rostro del párroco y luego condenada a ocho años de prisión por la titular del Juzgado Sexto de Distrito Penal de Juicio de Managua, Aracely Rubí.
La Justicia había condenado a la rusa a seis años de cárcel por provocar «lesiones graves en perjuicio del padre» Guevara, y ordenó otros dos años por exponer al peligro al feligrés Roberto Pineda, quien corrió al auxilio del cura al momento de la agresión.
La condena fue la máxima solicitada por el Ministerio Público, quien argumentó que la agresión fue premeditada, que la mujer atacó con ventaja, y que el sacerdote Guevara no podrá llevar su vida de la misma manera que antes, como producto de las lesiones.
El religioso necesitó múltiples cirugías plásticas en el rostro, la espalda, brazos y piernas, para recuperarse de los efectos.
Las autoridades liberaron posteriormente a la mujer rusa y la expulsaron de Nicaragua.EFE
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