El tabaco reunió a los interesados en Ginebra. Suiza presidió el debate
Anteponiendo la salud pública, Suiza respaldó las audiencias públicas que a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se llevaron a cabo este jueves y viernes para recoger argumentos a favor o en contra del consumo del tabaco en el mundo.
Durante dos días, en el Centro Internacional de Conferencias de Ginebra, 177 participantes enviados por gobiernos nacionales, empresas multinacionales, organizaciones no gubernamentales y comunidades locales, expresaron sus puntos de vista bajo la presidencia de Thomas Zeltner, director de la Oficina Federal de Salud Pública y miembro del comité ejecutivo de la OMS.
El objetivo de las audiencias fue recoger criterios para elaborar una primera Convención -marco, que regule las cuestiones del tabaco en función de la salud de las personas fumadoras y las no fumadoras.
Un primer proceso de negociación se iniciará el próximo lunes 16 de octubre, en Ginebra, con la participación de delegados de 191 Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud.
El documento, si llega a ser redactado completamente, será sometido a un proceso de ratificación nacional que podría durar hasta tres años. Sólo después entraría en vigor.
Thomas Zeltner vaticinó que el nuevo documento «tendrá el mérito de existir, en caso de ser aprobado», aunque reconoció que, por el momento, la comunidad internacional no dispone de ningún instrumento jurídico que unifique las reglamentaciones nacionales.
«La actitud de los Estados frente a la publicidad de los cigarros figura entre los grandes desafíos a debatir. En un mundo global, son necesarias reglas globales», afirmó.
Posiciones divergentes
La llamada «guerra del tabaco» se dejó sentir en Ginebra durante los dos días de audiencias.
La directora general de la OMS, Gro Harlem Brundtland, quien ha asumido una actitud abierta contra el consumo del tabaco, dijo al término de los encuentros que «todas las asociaciones de protección de la salud pública se declararon extremadamente preocupadas» por el impacto del tabaquismo en la salud actual y futura de las poblaciones, especialmente en los países en desarrollo.
«Por el contrario, la mayoría de las sociedades productoras de tabaco se concentraron sobre lo que consideran son los limites de las medidas razonables y apropiadas. Algunas de ellas cuestionaron la capacidad de la OMS y del proceso de la convención-marco para promover las medidas de lucha y hacer progresar la reducción de los efectos del tabaco sobre la salud pública», expresó Bruntland. Indicó también que varias sociedades multinacionales «siguieron negando» la amenaza que constituye el tabaquismo pasivo sobre la salud.
De manera general, añadió la directora general de la OMS, las sociedades productoras de tabaco apoyan las políticas y las medidas que saben que constituyen un «impacto limitado» sobre la adicción al tabaco de los jóvenes y de los adultos.
Precisó que estas compañías se oponen a que la OMS, el Banco Mundial y los expertos en salud pública intervengan en cualesquier regulación del tabaco. Citó en concreto las siguientes posiciones de las multinacionales tabacaleras en la materia:
– No al aumento de los impuestos a su cifra de negocios.
– No a la prohibición de la publicidad, del padrinazgo y del marketing en favor del tabaco.
– No a la limitación del tabaquismo en los lugares públicos.
– No a la ampliación del acceso a los métodos eficaces para dejar de fumar.
– No a la contra-publicidad sin indulgencia.
– No a las sanciones rigurosas contra el contrabando.
La directora de la OMS reconoció que los puntos de vista de las agencias de salud pública y de las empresas tabacaleras son completamente divergentes.
Gro Harlem Brundtlan se contentó -por el momento- con solicitar que los Estados miembros de la OMS tomen medidas eficaces para reducir la dependencia del tabaco, mientras se negocia y aprueba la Convención.
La ex-primera ministra de Noruega recordó que si nada se hace de aquí al año 2030, podrían morir unos 10 millones de personas por causa del tabaco, un 70
e las cuales se encontraría en los países en vías de desarrollo.
Con estos elementos argumentativos y estadísticos se abrirá este lunes la reunión negociadora de la convención sobre el tabaco. El jefe de la delegación helvética, el mismo Thomas Zeltner, dijo que la posición suiza insistirá en «resolver los problemas a escala mundial», pero tuvo la precaución de no mencionar los puntos concretos de esta voluntad.
Enrique Dietiker
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