La solidaridad suiza: ¿un mito?

La reconstrucción de Gondo, sostenida por la solidaridad confederada. Keystone

Utilizar una parte de la reserva nacional de oro para sostener proyectos de solidaridad es una propuesta única en el mundo y uno de los temas de votaciones en Suiza.

¿Será que Suiza es un pueblo particularmente generoso?

Si los suizos dan su aval este domingo, entre 200 y 250 millones de francos serán atribuidos cada año, durante 3 décadas, a la Fundación Suiza Solidaria, una organización planeada para financiar proyectos dentro y fuera del país.

Se trata de un proyecto original. Es, en todo caso, la primera vez que un pueblo puede pronunciarse sobre la utilización de una parte de la fortuna nacional.

Pero los suizos tienen ya multitud de formas de demostrar su solidaridad, un hecho que hace pensar entonces si el proyecto planteado de crear una fundación de solidaridad no es superfluo o refleja una solidaridad helvética más mítica que real.

La complejidad del sistema suizo hace que sea muy difícil de cuantificar los gestos de solidaridad ya que la ayuda a las personas en dificultad puede ser dirigida por diversas vertientes: el gobierno federal, los cantones o las comunas.

La generosidad, difícil de medir

La ayuda pública al desarrollo acordada por la mayoría de los gobiernos a otros países más necesitados sí puede ser medida. Algo que permite hacer comparaciones a escala internacional.

Suiza dirige el 0,34% de su Producto Nacional Bruto (PNB) a la ayuda al desarrollo. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la Confederación se coloca en el séptimo lugar en la lista de los países que más aportan a ese sector.

Sólo Dinamarca (1.06%), Países Bajos (0,84%), Suecia (0,80%), Noruega (0,80%), Luxemburgo (0,71%) y Bélgica (0,36%) se muestran más generosos con relación a Suiza en el listado de la OCDE.

Con ese porcentaje, la contribución neta de la Confederación a la ayuda al desarrollo es de unos mil 500 millones de francos suizos por año, una cifra, que en términos del monto de la contribución, coloca a Suiza en el decimocuarto lugar de los países que más contribuyen en ayuda pública al desarrollo en el mundo.

Generosidad «emotiva»

Más que la «solidaridad obligatoria» dirigida a la ayuda pública a través de impuestos, la generosidad de la población suiza se traduce, sobre todo, en donaciones individuales. En el 2001, las organizaciones de ayuda recibieron unos 930 millones de francos en donaciones, es decir, unos 540 francos por cada hogar helvético.

Cifras importantes, pero no espectaculares. A título de comparación, cada hogar suizo, en promedio, gasta 480 francos por año en cigarrillos, 720 francos en alcohol y 1.400 francos en productos de higiene corporal.

La solidaridad de los suizos parece estar condicionada por la situación coyuntural y por los hechos de fuerte dimensión emotiva.

«Los suizos se muestran particularmente generosos hacia víctimas de catástrofes naturales, especialmente aquellas dentro de su país», indica Catherine Baud Lavigne, responsable de las campañas de colecta de fondos que organiza la radio y televisión helvética.

Un ejemplo claro de esta apreciación fue la recolecta hecha por la Cadena de la Solidaridad en la que se reunieron fondos por 40 millones de francos para la reconstrucción del poblado valesano de Gondo, arrasado tras fuertes lluvias en el 2000.

También los suizos se inclinan por ayudar a niños necesitados, enfermos o discapacitados. «Se trata de situaciones en las que la gente puede fácilmente identificarse», explica el investigador André Rothenbühler, del instituto GfS.

Generosidad media

Según un estudio realizado por el ‘International Committee on Fundraising Organisations’ (ICFO), los donadores privados suizos se encuentran en medio del promedio normal, en comparación con otros países poseedores de un nivel de vida similar al helvético.

Con donaciones promedio de 145 euros (unos 220 francos suizos), los suizos pareciera que son más generosos que los franceses, suecos y alemanes, pero menos que los británicos, canadienses y austriacos.

Pero la solidaridad no es sólo cuestión de dinero y los datos comparativos son medidos con diversas variables. Lo palpable es que en Suiza son muchos los donadores, en comparación con la cifra total de habitantes.

«En los últimos 2 años, más del 70% de los suizos desembolsaron donaciones», explica André Rothenbühler, un porcentaje que rebasa el promedio de 50% en otros países, según datos del ICFO.

En conclusión, puede decirse que hay muchos suizos generosos, aunque no se destacan particularmente por el monto de sus donaciones.

swissinfo/Armando Mombelli y Olivier Pauchard