
Hong Kong desarrolla nanocemento óseo para tratamiento de fracturas y reparación rápida
Hong Kong, 14 oct (EFE).- Un equipo de la Facultad de Medicina LKS de la Universidad de Hong Kong (HKUMed) ha desarrollado un innovador material de fosfato de calcio elástico, conocido como «cemento óseo nano», que imita la estructura del hueso humano y promete transformar el tratamiento de fracturas.
Este avance ofrece una alternativa a los injertos óseos tradicionales, evitando la extracción de tejido del paciente o donantes, según informó este lunes la universidad y fue publicado en la revista Nature Communications.
El profesor Kelvin Yeung, líder del proyecto, explicó que los defectos óseos grandes, como los causados por traumatismos graves, son un desafío médico.
Los injertos autólogos, que usan hueso del propio paciente, pueden provocar dolor o complicaciones en el sitio donante.
Por otro lado, los aloinjertos -tejido vivo o tratado que se trasplanta de un donante a un receptor de la misma especie pero con diferente carga genética-, conllevan riesgos de rechazo o infección.
Los materiales de fosfato de calcio actuales, aunque biocompatibles, son rígidos, frágiles y no se adaptan a los movimientos diarios, lo que puede causar fallos en la reparación.
El «cemento óseo nano» de HKUMed utiliza tecnología de nano-clústeres para combinar elasticidad, resistencia y tenacidad. Este material se moldea antes de endurecerse, adaptándose a fracturas de formas irregulares.
Al absorber agua, forma microesferas elásticas que rellenan defectos óseos, simplificando cirugías y favoreciendo la regeneración natural del hueso.
El profesor Wong Tak-man destacó que este material reduce el tiempo quirúrgico y podría aplicarse en neurocirugía y odontología, además de ortopedia, gracias a su estructura porosa que promueve la adhesión celular.
En paralelo, el pasado mes de septiembre de 2025, investigadores del hospital chino Sir Run Run Shaw en Zhejiang presentaron Bone-02, un adhesivo médico que une huesos en 2-3 minutos.
Inspirado en la capacidad de las ostras para adherirse bajo el agua, este gel se reabsorbe en unos seis meses, eliminando la necesidad de retirar implantes metálicos, como placas o tornillos.
Ensayos con más de 150 pacientes mostraron que soporta hasta 180 kilos de fuerza, con una resistencia al corte de 0,5 MPa y a la compresión de 10 MPa, sin toxicidad ni inflamación.
Ambos avances representan un cambio significativo en traumatología.
El cemento óseo nano de Hong Kong ofrece flexibilidad y resistencia para defectos complejos, mientras que Bone-02 de China permite reparaciones rápidas y menos invasivas.
Estas innovaciones podrían reducir riesgos, como infecciones, y acortar la recuperación de pacientes con fracturas graves.
Los expertos esperan que, tras ensayos clínicos finales, estos materiales se integren en la práctica médica global, mejorando la calidad de vida de los pacientes al minimizar procedimientos invasivos y acelerar la curación ósea.
Estos desarrollos sitúan a la región asiática a la vanguardia de la ortopedia moderna, ofreciendo soluciones prácticas y seguras para uno de los problemas más comunes en la medicina traumatológica. EFE
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