
HRW denuncia la detención de 30 personas en China por su afiliación a iglesia no oficial
Nueva York, 15 oct (EFE).- La oenegé Human Rights Watch denunció que las autoridades chinas arrestaron el 10 y 11 de octubre a «casi 30 pastores, predicadores y feligreses» de la iglesia protestante no oficial Sión en siete ciudades, incluyendo Pekín y Shanghái.
Entre ellos se encontraba el pastor y fundador de esa iglesia, Ezra Jin Mingri, de 56 años, en la ciudad de Beihai, en la provincia de Guangxi, señaló HRW anoche en un comunicado.
La ONG, que tiene su sede en Nueva York, pidió al Gobierno chino que libere «de inmediato» a las decenas de personas detenidas en toda China por su afiliación a Sión y otras iglesias protestantes no oficiales.
«Y hasta su liberación, las autoridades deben proporcionar información sobre los detenidos a sus familias y garantizar que tengan acceso a abogados de su elección», dijo HRW.
Según el investigador Yalkun Uluyol, China está decidida a «reestructurar la práctica religiosa para favorecer los intereses del Partido Comunista», señalando que las congregaciones que no lo hacen se enfrentan a una dura persecución.
«El Gobierno chino tiene un largo historial de graves restricciones al derecho a la libertad religiosa», indica el texto, que agrega que las iglesias protestantes no oficiales afrontan «constantes presiones» bajo un control que «se ha intensificado desde 2016», cuando el presidente chino, Xi Jinping, prometió «sinizar la religión» y «reforzó el control ideológico».
El investigador recuerda que las autoridades han «demolido cientos de iglesias o las cruces que las coronaban, impedido que los fieles se reúnan en iglesias no oficiales, restringido el acceso a la Biblia, confiscado material religioso no autorizado por el Gobierno y prohibido la Biblia y las aplicaciones religiosas».
Según HRW, esta campaña también ha implicado «una severa represión del budismo tibetano y el islam».
Para Uluyol, la «represión» del Gobierno chino contra la práctica religiosa está «ligada a sus esfuerzos por reforzar el control ideológico, tanto a nivel nacional como internacional».
«Los gobiernos deben garantizar que el gobierno chino rinda cuentas por estas violaciones y promover la libertad religiosa en China», añadió. EFE
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