
Irán rechaza las recientes declaraciones de Occidente sobre su programa nuclear

Irán rechazó el lunes las recientes declaraciones de Occidente en el G20 sobre su programa nuclear, y atacó la política de «máxima presión» de Estados Unidos, acusándolo de querer fragilizar a la República islámica antes de una eventual vuelta de las negociaciones.
Francia, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos reafirmaron el sábado durante el G20 en Roma su «determinación a hacer todo lo posible para que Irán no pueda nunca fabricar o comprar un arma nuclear».
Los líderes occidentales hablaron de su «intensa y creciente preocupación ante la aceleración de las provocaciones de Irán en el tema nuclear, como la producción de uranio altamente enriquecido y uranio metal enriquecido».
La diplomacia iraní rechazó estas acusaciones: «la producción de uranio metal y de uranio altamente enriquecido está destinado a usos pacíficos y civiles», reaccionó el portavoz del ministerio de Asuntos exteriores, Saeed Khatibzadeh.
«Hay que reseñar que las posiciones (de los occidentales) no se corresponden con la realidad y no darán resultados constructivos», añadió ante la prensa.
Irán había afirmado este año haberse lanzado en la búsqueda de uranio metal para alimentar en combustible a un reactor nuclear de investigación, un tema sensible ya que esta materia se puede usar en la fabricación de armas nucleares.
– «Máxima presión» –
Irán había cerrado en 2015 un acuerdo histórico con cinco potencias: China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania, que permitió relajar las sanciones internacionales contra Teherán a cambio de limitar drásticamente su programa nuclear, así como aportar garantías de que no buscaba hacerse con la bomba atómica.
Pero Estados Unidos se retiró del pacto de manera unilateral en 2018 y restableció las sanciones contra Irán quien, en respuesta, se fue desentendiendo de sus compromisos.
Desde junio de este año, las negociaciones para relanzar el acuerdo están en vía muerta, ya que ninguna de las partes quiere dar su brazo a torcer.
Khatibzadeh centró sus críticas en los países europeos: «por su inacción en el cumplimiento de sus obligaciones», aunque también atacó a Estados Unidos, responsable, según él, del bloqueo.
«Al contrario de sus declaraciones, la nueva administración estadounidense sigue con su política de máxima presión: con nuevas sanciones o recuperando otras ya levantadas», afirmó.
Estados Unidos impuso el viernes nuevas sanciones financieras a una «red» relacionada con el programa de drones iraníes.
Teherán aseguró que no le amedrentaban las amenazas estadounidenses, en particular, la afirmación hecha a mediados de octubre de que Washington recurriría a la fuerza si la diplomacia fallaba.
El portavoz de la diplomacia iraní quiso destacar que «Estados Unidos sabe mejor que nadie que su única opción es conformarse al imperio de la ley», recordando que su país «confía en sus capacidades militares y de seguridad».
«Cuando comiencen las discusiones (…) en las dos o tres próximas semanas, Irán las seguirá con atención, porque negociar por negociar no forma parte de su política», insistió Khatibzadeh.
A pesar de la insistencia de Occidente, Teherán no indicó aún la fecha precisa de la vuelta de las negociaciones.