
La crisis migratoria en Grecia, muchos problemas y pocas respuestas

Con la llegada incesante de miles de sirios y afganos, la crisis migratoria se ha convertido en el otro gran problema de Grecia. Sin embargo, a diferencia del económico, los partidos políticos que competirán en las legislativas del domingo están lejos de tener un plan.
Las autoridades siguen abrumadas por las llegadas masivas a varias islas del Egeo oriental como Kos o Lesbos, a razón de unos 2.000 por día, según las autoridades.
Y «la cuestión polariza a los griegos» de cara a las elecciones del domingo, donde los neonazis de Amanecer Dorado, muy hostiles a la inmigración, podrían ser la tercera fuerza, con hasta un 7% de los votos, señala a la AFP Lia Spyridou, investigadora de la Universidad Aristotélica de Tesalónica (en el norte).
Con el cierre de la frontera serbo-húngara, la gran pregunta es qué hará Grecia si, en tanto que país de entrada en la UE, se le devuelven los inmigrantes bloqueados en ésa u otra frontera. La hipótesis genera especial preocupación en Grecia, tras el fracaso el lunes de la reunión de ministros del Interior de la Unión Europea, que debían cerrar un sistema de cuotas obligatorias para repartir a 120.000 inmigrantes entre los 28 estados miembros. Y es que si el sistema de cuotas fracasa definitivamente, «Grecia podría convertirse en una trampa» para las poblaciones en tránsito, advierte Anna Triantaphyllou, experta en cuestiones migratorias de la Universidad Europea de Florencia.
La clase política griega no tiene muchos planes definidos y la división quedó clara en el debate del lunes entre el exprimer ministro Alexis Tsipras, líder del partido de izquierda Syriza, y Evangelos Meimarakis, líder del partido conservador Nueva Democracia. «Su gobierno ha traído a todos los inmigrantes», dijo Meimarakis al exdirigente.
El gobierno de Syriza, añadió, «ha enviado el mensaje de que todo iba bien, que era verano y que son bienvenidos». «No somos nosotros quienes hemos invitado a los refugiados a venir a Grecia, ni tampoco (la canciller) Angela Merkel quien los ha invitado a Alemania, donde habrá unos 800.000 refugiados de aquí a final de año», le respondió Tsipras el martes en una entrevista en la cadena Euronews. Además, la inmigración es ante todo un «fenómeno global», observó en el debate del lunes Alexis Tsipras, al que los sondeos colocan codo a codo con Meimarakis.
– Críticas a la UE –
En un país castigado por años de crisis económica y totalmente dependiente de la financiación exterior, muchos insisten en que es fundamental la ayuda de la UE, que ha prometido a Grecia 474 millones de euros de aquí a 2020.
«Durante años, la UE ha hecho gala de una total indiferencia o bien se ha preocupado simplemente de reforzar las fronteras, sin tomar en cuenta la dimensión del problema», criticó en unas declaraciones a la AFP el exministro griego de Economía Yorgos Stathakis.
En sus siete meses en el poder, el gobierno griego de Syriza optó por una política de apertura, poniendo fin a la retención de demandantes de asilo y dejándolos avanzar hacia Europa occidental. Desde la dimisión de Tsipras el 20 de agosto, para forzar las elecciones del próximo domingo, el gobierno interino ha facilitado el tránsito de los inmigrantes en barco hacia el continente, para que desde allí prosigan su odisea hacia Europa occidental. No obstante, no ha tomado ninguna medida para limitar el flujo.
Por otro lado, no se han precisado plazos para la apertura en el puerto del Pireo de un llamado ‘hotspot’, un centro encargado de registrar y distinguir a los demandantes de asilo de los inmigrantes económicos.
Según el último balance de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), desde el 1 de enero, han llegado unos 340.000 inmigrantes a Grecia, de un total de más de 464.000 que han cruzado el Mediterráneo para entrar en Europa.