La oposición en Hong Kong restriega críticas al ejecutivo tras unas protestas históricas

El parlamento de Hong Kong se reunió este miércoles por primera vez desde las multitudinarias protestas contra el proyecto de ley de extradición a China en una sesión tensa, marcada por fuertes críticas de la oposición contra el manejo de la crisis por parte del ejecutivo pro Pekín.
La ex colonia británica fue escenario en los 10 últimos días de un movimiento de protesta de una magnitud histórica contra ese controvertido proyecto de ley -por ahora suspendido- que buscaba autorizar las extradiciones hacia China continental.
En una animada sesión en el Consejo Legislativo (LegCo, el parlamento local), el secretario de Seguridad de Hong Kong, John Lee, sufrió las críticas de la oposición por el uso de la fuerza policial, especialmente en la gigantesca manifestación del 12 de junio.
Muchos representantes de la oposición se vistieron de negro y exhibieron una flor blanca en homenaje a un militante que murió al caer de un edificio el sábado, cuando reclamaba el retiro total de este proyecto de ley.
Otros políticos fijaron pancartas en sus oficinas donde se podía leer: «¡Retiro! ¡Retiro!».
«Estamos tristes de que algunas personas hayan resultado heridas porque estaban expresando su opinión», declaró Lee, presentando de nuevo las disculpas del gobierno por la controversia que provocó este proyecto de ley.
Sin embargo, reafirmó que los policías habían respondido a las amenazas de manifestantes, un argumento inaceptable para la oposición.
– «Enorme caos» –
«La policía está bien entrenada, ustedes tienen todo el equipo y dicen que la policía estaba amenazada», declaró la diputada prodemocracia Claudia Mo. «Eso no es nada convincente». Aunque un millón de personas, según los organizadores, manifestaron el 9 de junio contra este proyecto de ley, la jefa del ejecutivo Carrie Lam dijo desde el principio que su intención era someter como lo previsto el texto al LegCo.
Pero el 12 de junio, los diputados no pudieron entrar en la cámara bloqueada por los manifestantes que habían impedido que se considerara la ley. El distrito del parlamento se convirtió entonces en escenario de la peor violencia política en Hong Kong desde que los británicos se fueron en 1997.
Para repeler a los manifestantes que intentaban «tomar» el LegCo, la policía disparó con gas lacrimógeno, porras, gas pimienta, balas de goma y «proyectiles» (bolsas llenas de bolitas de plomo).
Frente a la conmoción que provocó la violenta represión policial, registrada en videos que se hicieron virales en las redes sociales, Lam anunció el sábado la suspensión del texto.
El martes presentó sus «más sinceras disculpas» por la crisis, ignorando los pedidos a que renuncie.
El miércoles, un representante de la oposición había previsto presentar ante el LegCo una moción de censura contra Lam. Pero la reunión se suspendió hasta el jueves sin que tuviera tiempo de someterla.
Sin embargo, esta iniciativa está condenada al fracaso porque la sala está controlada por un bloque pro-Pekín.
Algunos manifestantes prometieron no dejarán de presionar hasta que se retire formalmente el proyecto de ley de extradición.
«Este enorme caos no es un espectáculo que quiero ver de nuevo», dijo el presidente de LegCo, Andrew Leung, instando al ejecutivo a no enviar el texto a la cámara.
Según los detractores, este proyecto de ley colocaría a la población de la excolonia británica a merced del sistema judicial de China, opaco y bajo influencia del Partido Comunista. Los círculos empresariales temen que la reforma perjudique la imagen internacional de Hong Kong y su atractivo como centro financiero.