
La UE suspende la negociación de su ley contra el ecopostureo
Bruselas, 23 jun (EFE).- Los colegisladores de la Unión Europea no negociarán este lunes la futura ley europea contra el ecopostureo, como estaba previsto, después de que el dossier se haya adentrado en un terreno inusual y confuso desde que el pasado viernes la Comisión Europea anunciara que se disponía a retirar su propia propuesta.
La llamada Directiva sobre Declaraciones Ecológicas o Medioambientales (Green Claims Directive) busca reforzar la normativa para evitar que las empresas puedan hacer afirmaciones engañosas sobre las cualidades medioambientales de sus productos y servicios.
Fue presentada originalmente por la Comisión Europea en marzo de 2023, durante la primera legislatura de Ursula von der Leyen al frente del Ejecutivo y con el ahora eurodiputado ecologista lituano Virginijus Sinkevicius como comisario europeo de Medioambiente.
Sin embargo, en el segundo mandato de la alemana en Bruselas, con una Eurocámara menos ecologista y más conservadora, la Comisión ha considerado que la forma en que iba adoptando la legislación final en las distintas negociaciones entre el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE (los Estados miembros) desnaturalizaba la propuesta.
«Desnaturaliza la proposición de la Comisión, que buscaba simplificar y no añadir complejidad», dijo este lunes en rueda de prensa la portavoz jefa de la Comisión Europea, Paula Pinho, quien subrayó la preocupación del Ejecutivo por la carga administrativa que la normativa pudiera tener sobre «30 millones de microempresas».
Según Pinho, y tal y como han confirmado otras fuentes europeas a EFE, la Comisión Europea había expresado en los grupos de trabajo y negociaciones previas que el texto en su estado actual iba «en contra de la agenda de simplificación» de Bruselas, que con el cambio de ciclo político ha desplazado su defensa acérrima de la agenda verde en virtud de las políticas de «competitividad».
«Los colegisladores lo sabían muy bien (…). No es una sorpresa», dijo la portavoz el lunes, después de que el viernes la Comisión hubiera anunciado su intención de retirar la propuesta.
Ese anuncio del Ejecutivo llegó después de que el Partido Popular Europeo (PPE), la familia política de Von der Leyem y la primera fuerza política en la Eucorámara, pidiera por carta a la Comisión Europea que retirase la iniciativa, circunstancia que aplaudieron partidos euroescépticos y de ultraderecha.
«Corre el riesgo de obstaculizar injustificadamente la comunicación sobre sostenibilidad mediante procedimientos excesivamente complejos, gravosos desde el punto de vista administrativo y costosos», indicaron en esa misiva.
Los populares criticaban especialmente la introducción de un requisito de «aprobación previa para las alegaciones medioambientales», que consideran «una idea fundamentalmente errónea».
Finalmente, al menos hasta ahora, la Comisión no ha retirado la propuesta, pero ha logrado que el dossier pierda el apoyo de Italia después de que Von der Leyen coincidiera este viernes en Roma con la primera ministra del país transalpino, Giorgia Meloni, durante una cumbre para impulsar la cooperación con África.
A la luz de estos acontecimientos, la negociación de este lunes se ha suspendido, a la espera de que las partes entiendan qué está pasando y dónde se sitúa cada uno tras los repentinos cambios de parecer, señalaron fuentes diplomáticas y parlamentarias.
«Necesitamos ver cuál es la posición de los dos colegisladores», dijo Pinho en rueda de prensa.
Aún no hay claridad sobre cómo evolucionará el procedimiento. Algunas fuentes trasladaron a EFE que una posibilidad sería que el dossier volviera a ser analizado por los embajadores de los Veintisiete, para analizar qué mandato de negociación tiene el Consejo tras el cambio de postura de Italia.
En todo caso, parece difícil que la normativa pueda negociarse bajo la presidencia de Polonia del Consejo de la UE, que termina el próximo 1 de julio, y cabe pensar que los debates prosigan bajo la presidencia de Dinamarca durante el segundo semestre del año.
El paso atrás de Bruselas supone un nuevo volantazo de la Comisión Europea en lo relativo a la legislación verde impulsada en la primera legislatura de Von der Leyen al frente del Ejecutivo comunitario.
En los últimos meses o semanas, Bruselas ha flexibilizado los objetivos de CO2 para los coches y furgonetas, ha postergado la entrada en vigor de la normativa contra la deforestación importada y ha limitado el mecanismo que gravará el dióxido de carbono en las fronteras de la UE. EFE
jaf/ess