Las claves en Países Bajos tras la caída de su primer Gobierno de derecha radical

Imane Rachidi

La Haya, 4 jun (EFE).- El Parlamento neerlandés celebró este miércoles un debate sobre la caída del gobierno, tras la retirada la víspera de la derecha radical PVV de Geert Wilders, lo que obliga al resto del ejecutivo a seguir en funciones y en minoría hasta los comicios, limitándose a temas urgentes y en busca de apoyo parlamentario para gestionar la economía y la seguridad.

Formar un gobierno en Países Bajos nunca es tarea fácil porque no es habitual que haya un único partido con mayoría absoluta como para gobernar en solitario, por lo que es previsible que lleve meses la toma de posesión del futuro gabinete.

El Parlamento neerlandés tiene 150 diputados, divididos hoy entre 16 partidos, y el grupo más grande es el PVV, que tiene 37 escaños.

Por ello, a pesar de su victoria electoral en noviembre de 2023, Wilders tuvo que negociar con otros tres partidos para lograr mayoría y poner a su partido en el gobierno. Tardó 233 días en alcanzar un acuerdo, y el gabinete, que lideró por consenso el funcionario Dick Schoof (sin afiliación ni experiencia política), sobrevivió 336 días en el cargo.

Nuevas elecciones

La salida de Wilders ha abocado al país a la convocatoria de nuevas elecciones generales, año y medio después de las anteriores.

Todavía no hay fecha, pero el Consejo Electoral emitirá una recomendación, teniendo en cuenta las preferencias de los distintos partidos.

Después el Ministerio del Interior estudiará la recomendación, revisará la logística y los preparativos para el día propuesto, y consultará con la Cámara.

La decisión final la tomará la mayoría parlamentaria y se espera que la fecha exacta sea un miércoles de octubre o noviembre, según cálculos de la televisión pública NOS.

Las encuestas

Las últimas previsiones conocidas se publicaron la semana pasada. Según la “Peilingwijzer”, un promedio ponderado de varias encuestas, la derecha radical de Wilders perdería unos ocho escaños, aunque seguiría liderando los sondeos, con 29 escaños.

Pero, teniendo en cuenta el margen de error, la agrupación de los verdes y socialdemócratas GroenLinks-PvdA (25 escaños), que lidera el exvicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, y el partido liberal VVD (24 escaños) también podrían quedar en primer lugar con entre 27 y 29 escaños de celebrarse hoy elecciones.

Mientras, el democristiano NSC, un partido que nació en las anteriores elecciones de 2023 y formaba parte de la coalición saliente, caería de golpe 18 escaños, frente a los 21 que tenía hasta ahora. Es hoy el cuarto partido más grande de la Cámara. El otro partido democristiano, CDA, por el contrario, ganaría 13 escaños.

Los temas polémicos

El gabinete en funciones solo gestionará los asuntos pendientes que sean considerados urgentes por el Parlamento neerlandés. Como es habitual tras la caída de un gobierno, se declararán “controvertidos” ciertos temas, que no volverán a la agenda hasta que haya un nuevo ejecutivo.

A modo de ejemplo, la ministra interina de Vivienda, Mona Keijzer, retiró del Parlamento un plan que habría congelado los alquileres de viviendas propiedad de corporaciones durante dos años.

Schoof mencionó al inicio del debate este miércoles cuatro temas que le gustaría seguir tratando hasta las elecciones: la seguridad; los aranceles de importación de EE. UU.; las tareas de reparación en Groninga (por los daños de los terremotos) y por el escándalo de los subsidios a familias con hijos; y finalmente el presupuesto nacional.

El asilo

Wilders abandonó el gabinete porque consideró que sus socios no apoyan la urgencia, ni el alcance de sus medidas para frenar la llegada de solicitantes de asilo. Entre sus últimas ideas, estaba “cerrar las fronteras” a los refugiados y reforzar la vigilancia fronteriza con la participación del Ejército.

Pero los controles fronterizos que el gabinete ya implementó en diciembre no son un medio eficaz para reducir la presión sobre el sistema de asilo y vivienda, según resultados publicados este miércoles por el Tribunal de Cuentas. Pueden ayudar a combatir la migración ilegal, pero cuando una persona solicita asilo en un control fronterizo, “deja de ser migrante irregular” y tiene derecho a esperar en Países Bajos la decisión sobre su asilo.

Además, añadió el Tribunal, sólo una pequeña proporción de los solicitantes de asilo entran en el procedimiento a través de una frontera interna: unas 400 personas de un total de 43.600 solicitantes de asilo, o sea un 0,9 %.

A pesar de que la migración no estaba en esa lista de temas que Schoof quiere seguir tratando en funciones, los cuatro grupos parlamentarios que formaban la coalición que cayó ayer dicen que quieren que se siga adelante también con dos leyes presentadas en marzo para restringir el asilo. EFE

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