
Las poblaciones del sur de Libia son más susceptibles al extremismo violento
Trípoli, 3 oct (EFE).- Las poblaciones del sur de Libia son más susceptibles al extremismo violento porque experimentan dificultades socioeconómicas «seis veces más frecuentes que las personas del norte y el este», expuso este lunes en un informe presentado en Trípoli la PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo).
El estudio, basado en una investigación de campo en siete municipios del oeste y sur del país durante 2021, detecta que la tendencia extremista tiene múltiples factores pero muestra «un vínculo con poblaciones vulnerables, en particular, jóvenes», y con «limitadas oportunidades socioeconómicas y débil participación cívica».
Los habitantes de las localidades sureñas de Ghat, Murzuq, Sebha y Kufra «enfrentan un nivel marcadamente más alto de penuria» – falta de alimentos, agua para uso doméstico, dinero y vivienda- en comparación con las otras localidades investigadas.
El estudio, basado en la Prevención del Extremismo Violento (PVE), analiza también como factor la «discriminación y marginalización» que genera la falta de un carné de identidad, necesario para acceder a servicios básicos como educación, empleo o posibilidad de viajar, para miles de residentes.
La ley de ciudadanía de 1954 solo permite esta documentación para quienes tienen padres y abuelos nacidos en el país, lo que tener nacionalidad, especialmente, a las poblaciones seminómadas, Tubu y Tuareg, mayoritarias en el sur de Libia.
El estudio empírico expone a su vez que quienes muestran un mayor conocimiento sobre la religión están menos inclinados a unirse a grupos de extremismo violento, pese a ser un factor que se invoca como motivo en este área del mundo.
Más de un tercio de todos los encuestados, de los siete municipios, indicaron que los grupos armados, narcotraficantes y grupos terroristas «también representan una amenaza» para su seguridad, otro factor de diagnóstico para el extremismo violento.
El informe estima que entre 200.000 y 300.000 libios son excombatientes, tras más de una década de múltiples conflictos, y que encuentran dificultades para su reinsercción, por ejemplo, en el mercado laboral.
«La presencia de fuerzas extranjeras en Libia y la continua intromisión de potencias directamente alimenta la narrativa de la ‘guerra santa’ del yihadismo violento», consta en la introducción del estudio en el que se estima que unos 20.000 combatientes continúan en el país, entre ellos, soldados turcos, grupos militares privados rusos y mercenarios sirios, sudaneses y de Chad.
“Estamos trabajando utilizando la Estrategia de Libia para prevenir el terrorismo cubriendo ejes importantes centrados en el papel de las mujeres, los jóvenes y otros segmentos», expresó este lunes el jefe del Centro contra el Terrorismo de Libia, Mohamed Bashir Saleh, quien destacó la intervención en centros educativos. EFE
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