Los aliados bálticos y nórdicos subrayan la implicación global de la guerra en Ucrania
Washington, 9 jul (EFE).- La guerra en Ucrania está directamente vinculada tanto a la seguridad de los aliados de la OTAN más próximos a Rusia como a la región del Indo-Pacífico y a la seguridad global en general, afirmaron este martes ministros de Exteriores y diplomáticos de los países bálticos y nórdicos de la Alianza Atlántica.
«El panorama de la seguridad lituana se está configurando en Járkov», en el noreste de Ucrania y próxima a la frontera rusa, declaró el ministro de Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, en un debate organizado por el Consejo Atlántico en vísperas de la cumbre de la OTAN.
El jefe de la diplomacia sueca, Tobias Billström, dijo a su vez que, si Rusia tiene éxito en Ucrania, «sonará el pistoletazo de salida para Taiwán», en referencia a que China pudiera sentirse libre a atacar la pequeña isla si Occidente no detiene a Moscú en Europa.
El ministro afirmó que por ello la OTAN debe subrayar el significado de la agresión rusa a nivel mundial y sus vínculos con el Indo-Pacífico.
La ministra de Exteriores de Letonia, Baiba Braže, declaró que la OTAN debe esforzarse por «desactivar a China como principal facilitador de Rusia».
«Sin China, Rusia no puede ganar en Ucrania», recalcó.
En respuesta a la pregunta acerca de qué querían decir los países bálticos y nórdicos a un público estadounidense que muestra un escepticismo cada vez mayor respecto a la OTAN y está cansado de Ucrania, Braže afirmó que los estadounidenses deben saber que no tienen amigos en el mundo más fiables que los aliados.
«El problema no es Ucrania, el problema es Rusia y la política de Rusia es la guerra y no va a desaparecer. Necesitamos que Estados Unidos esté con nosotros», indicó.
La subsecretario de Asuntos Políticos del Ministerio de Exteriores de Estonia, Kyllike Sillaste, recalcó que los estadounidenses deben saber que «todos representamos los mismos valores».
«Es una cuestión del orden mundial. Si no desacreditamos la agresión como estrategia tendremos problemas. Estonia quiere el liderazgo mundial de EEUU», señaló.
Preguntado por una posible victoria del expresidente estadounidense Donald Trump en las elecciones de noviembre, el ministro de Exteriores danés, Lars Løkke Rasmussen, dijo que «sea quien sea el presidente en la Casa Blanca, tenemos que ser realistas sobre la situación, los cambios rápideos en Estados Unidos».
«Por muchas buenas razones, Estados Unidos está mirando hacia China», afirmó, y añadió que la OTAN tendría que hacer más por su propia defensa y no limitarse a hacer peticiones a Estados Unidos.
Þórdís Kolbrún R. Gylfadóttir, la jefa de la diplomacia islandesa, un miembro de la OTAN sin ejército propio, subrayó que hubo paz en Europa durante 75 años bajo «el paraguas de la OTAN» y que una paz sostenible, es por lo que Ucrania lucha en su propio país.
Los ocho ministros de Exteriores y diplomáticos levantaron la mano al ser preguntados si apoyan el ingreso de Ucrania en la OAN.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia noruega, Espen Barth Eide, advirtió que la OTAN no debería importar una guerra, sugiriendo que el ingreso debería producirse cuando la guerra haya terminado.
La letona Braže indicó que Ucrania, con su experiencia en combate, aportaría a la OTAN «una fuerza de combate que la hará más segura y fuerte, así como una economía en fuerte crecimiento». EFE
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