Los países de África del sur lanzan un centro regional de contraterrorismo
Dar es Salam, 1 mar (EFE).- La Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC) inauguró este lunes un centro regional de contraterrorismo para coordinar los esfuerzos del bloque de 16 países, implicados en la lucha contra la violencia yihadista que asola la provincia mozambiqueña de Cabo Delgado desde 2017.
«Aunque se han hecho progresos significativos en la implementación de la Estrategia Regional de Contraterrorismo de la SADC aún es necesario adoptar medidas (…) teniendo en cuenta el actual contexto de seguridad y las amenazas emergentes», dijo durante la inauguración el secretario ejecutivo de la organización, el botsuano Elias Mpedi Magosi, según un comunicado difundido este martes.
El lanzamiento tuvo lugar en la capital económica de Tanzania, Dar es Salam, país donde el centro tendrá su sede.
Entre las funciones del nuevo Centro Regional de Contraterrorismo de la SADC, se contarán asesorar a los países miembros en sus políticas antiterroristas e investigar y difundir información entre sus gobiernos y otros actores, como la Unión Africana (UA) o los socios internacionales.
«Una cooperación multilateral (…) y un análisis fuertes y sostenidos son necesarios para apoyar a los estados a la hora de abordar los desafíos que plantean el terrorismo, el extremismo violento y las actividades asociadas de crimen transnacional organizado», dijo el ministro de Empleo, Productividad Laboral y Desarrollo de Habilidades de Botsuana, Machana Ronald Shamukuni.
La creación de un organismo como este ya se planteó en 2015, cuando la SADC adoptó su estrategia regional antiterrorista tras una cumbre celebrada en Gaborone, la capital botsuana.
La apertura del nuevo centro antiterrorista se produce en pleno desarrollo de la operación militar conjunta lanzada por la SADC contra el yihadismo en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique.
La misión, conocida por las siglas SAMIM, se desplegó en julio de 2021 con una duración prevista hasta el pasado 15 de octubre, pero ha sido ya prorrogada en dos ocasiones, la última en una cumbre extraordinaria del bloque celebrada en Malaui este 12 de enero, donde no se marcó una fecha concreta para su retirada.
Este dispositivo se activó para ayudar a Maputo en su lucha contra el grupo yihadista Al Sunnah wa Jamaah (ASWJ), más conocido localmente como Al Shabab -si bien no tiene ninguna relación con el grupo homónimo somalí- en Cabo Delgado.
Tras más de cuatro años de conflicto yihadista el detonante para la ayuda militar extranjera fue el brutal ataque cometido por los insurgentes el pasado 24 de marzo en la ciudad costera de Palma, donde además se desarrollaban millonarios proyectos gasísticos capitaneados por la multinacional francesa Total.
El ataque, que desembocó en un asedio de la ciudad prolongado durante varios días, causó decenas de muertos y forzó el desplazamiento de unas 70.000 personas.
La SAMIM incluye tropas de Botsuana, Sudáfrica, Zimbabue, Angola, Malaui, Lesoto, Zambia, Tanzania o la República Democrática del Congo, como parte de una fuerza de intervención rápida concebida en un principio por la SADC como un contingente de unos 3.000 soldados.
Justo antes del despliegue de la SADC, Ruanda, que no pertenece al bloque, ya había enviado también a 1.000 soldados en apoyo al país.
Al Shabab – designado en 2021 como «organización terrorista internacional» afiliada al Estado Islámico (EI)- aterroriza al norte de Mozambique desde octubre de 2017 y ha causado más de 3.750 muertos, entre ellos más de 1.600 civiles, según las últimas cifras del Proyecto de Datos de Ubicación y Eventos de Conflictos Armados (ACLED).
El conflicto yihadista también ha ocasionado el desplazamiento de casi 800.000 personas en Cabo Delgado, según la ONU. EFE
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