
Los socialistas franceses se abren al debate parlamentario y dan oxígeno a Lecornu
París, 14 oct (EFE).- El Partido Socialista francés (PS) confirmó este martes estar dispuesto a hacer la «apuesta» de continuar el debate en el Parlamento, lo que aleja el fantasma de una moción de censura inmediata contra el Gobierno de Sébastien Lecornu, después de que el primer ministro accediera a suspender la reforma de pensiones de 2023.
Así lo indicó el jefe del grupo de los diputados socialistas en la Asamblea Nacional, Boris Vallaud, al tomar la palabra tras el discurso de política general de Lecornu, si bien advirtió de que el presupuesto que piensa presentar el Ejecutivo es «insoportable».
«Hacemos una apuesta, una apuesta arriesgada», admitió el socialista en la cámara baja, al confirmar que el PS se abre a negociar los presupuestos sin optar por la moción de censura inmediata, como sí van a hacer -aunque sin llegar a sumar los apoyos suficientes- otras fuerzas de izquierda y la extrema derecha de Marine Le Pen.
Vallaud destacó que su partido es capaz de hacer concesiones, pero advirtió que no aceptarán muchas de las medidas que el Gobierno de Lecornu propone para los presupuestos de 2026, que tienen como gran objetivo reducir el elevado déficit francés a menos del 5 %.
Entre ellas mencionó la subida del copago de medicamentos o la congelación de los baremos para calcular los impuestos sobre los salarios.
«Queríamos la garantía de un debate leal y abierto» y «estaremos atentos para que sus palabras se traduzcan en hechos», avisó.
La postura del PS era la gran incógnita que planeaba sobre el destino a corto plazo de Lecornu, pero el primer ministro logró el balón de oxígeno de los socialistas al anunciar en el hemiciclo esta tarde la suspensión de la polémica reforma de pensiones de 2023, hasta las próximas elecciones generales.
«Consideramos esta situación como una victoria, así como un primer paso que permite contemplar los siguientes: el bloqueo y la derogación», subrayó Vallaud.
La suspensión de la reforma de pensiones era la gran exigencia de los socialista para no interponer una moción de censura propia, como ya habían hecho la víspera tanto la formación de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI) como la ultraderechista Agrupación Nacional (RN).
Ninguna de esas dos iniciativas, que se estudiarán el jueves en la Asamblea Nacional, contaba con apoyo del socialismo (necesario para alcanzar la mayoría), por lo que el futuro de Lecornu dependía de si el PS francés decidía interponer su propia moción de censura, a la que sí se habrían unido previsiblemente tanto el resto de la izquierda como la extrema derecha.
En su discurso de política general, Lecornu también confirmó que su Gobierno renuncia a utilizar el artículo 49.3 de la Constitución -el que permite al Ejecutivo saltarse el voto de la Asamblea Nacional, aunque abriendo la puerta a potenciales mociones de censura-, lo que figuraba también entre las exigencias de los socialistas. EFE
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