Los suizos en las huellas de Napoleón
La ceremonia oficial tuvo lugar este jueves (20.02) en París. 200 años después de la firma del Acta de Mediación, delegados suizos y franceses redescubren la Historia.
El marco fue ideal: el Palacio de Luxemburgo, sede del Senado de la República.
No cabe duda. Los franceses tienen talento para las ceremonias…
La delegación suiza fue recibida con honores militares e himnos napoleónicos en la sala de la presidencia del Senado en París. Fastuosa.
En el interior, terciopelo rojo y dorado. El hemiciclo del Senado. Los suizos ocupan excepcionalmente una gran parte de las bancas (también de terciopelo rojo).
Algunas gotas de sangre suiza…
“Napoleón está aquí, entre los suyos”, señala Christian Poncelet, presidente del Senado. No era imaginable un sitio mejor para conmemorar el Acta de Mediación. En la sala se encontraba además un descendiente de Bonaparte.
Pero la gran revelación del día vino de un diputado francés, miembro del Grupo Amistad Francia-Suiza, según cuya opinión, Napoleón habría tenido orígenes basilenses por parte materna. Es decir algunas gotas de sangre suiza.
Más allá de la anécdota, la Historia ha ocupado mucho de las tres horas de discursos.
Lectura matizada
Si el Acta de Mediación fue evocada con mucho respeto, los oradores recordaron asimismo que la intervención de Napoleón, en 1803, pretendía salvaguardar los intereses franceses.
Debía poner fin a los conflictos en el país y quiso desplegar soldados para conquistar el Este. Para esa empresa faltó dinero y creyó saber donde encontrarlo…
El presidente de la Confederación Helvética destacó la herencia positiva del Acta de Mediación. Pascal Couchepin se refirió sobre todo a “un acto de sensatez política”.
En París, los delegados volvieron a sumergirse en el pasado, pero celebrando el presente, especialmente los lazos de amistad que siguen uniendo a los dos países. Es una cooperación capaz de ser enriquecida gracias a una mejor comprensión.
Suiza explicada en breve
El presidente del Consejo Nacional de Suiza, Yves Christen, trató a su vez de explicar Suiza a los delegados franceses. En tres minutos hizo una suerte de inventario de todo lo que se puede encontrar en este país pequeño y tan complejo.
Cantones urbanos, de montañas y colinas. De vocación agrícola o industrial, francófonos, alemánicos, italófonos y romanches. Protestantes o católicos. Una tradición participativa, representativa, etc.
Dicho de otro modo, una sutil combinación, difícil de explicar a una nación de tradición centralista.
Napoleón tuvo razón, recordó el historiador Jean Tulard: “Suiza no se parece a ningún otro Estado”.
¿Qué quiere decir eso?
En cuanto al Acta de Mediación, “los suizos saben quizás lo que es. Los franceses, no”, reconoce Pierre Hérisson, presidente del Grupo de Amistad Francia-Suiza en la Asamblea nacional.
“Uno de nuestros objetivos es hacer conocer esta parte de nuestra Historia común”, prosigue el senador de la Alta Savoya.
Una etapa hacia el futuro…
Para Europa y para Francia, descubrir el sistema federalista es hoy particularmente interesante. Podría servir de modelo, remarcaron a su turno los oradores.
A la inversa también justo. Para el presidente del Consejo de Estados de San Gall, son los suizos quienes deben aprender a conocer mejor Europa.
Por otra parte, Peter Schoenenberger anunció que las festividades proseguirán con una serie de viajes a París.
Después de todo, tal vez la ceremonia del bicentenario no sea solamente simbólica…
swissinfo/Alexandra Richard y Daniele Papacella, París
(Traducción: Juan Espinoza)
64 delegados suizos participaron en la conmemoración
Entre ellos el presidente de Suiza, Pascal Couchepin
Los gobiernos cantonales suizos de Vaud y San Gall asistieron ‘in corpore’
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