
Nobel por mostrar cómo la tecnología puede impulsar el crecimiento económico sostenido
Copenhague, 13 oct (EFE).- El premio Nobel de Economía ha reconocido este lunes al estadounidense Joel Mokyr, el francés Philippe Aghion y el canadiense Peter Howitt por haber explicado el crecimiento económico impulsado por la innovación.
Sus investigaciones han ayudado a comprender tendencias actuales y cómo tratar problemas importantes, al tiempo que se demuestra que no se puede dar por garantizado el crecimiento continuo y que es necesario actuar contra las posibles amenazas, destacó la Real Academia de las Ciencias sueca.
Mokyr usó fuentes históricas para revelar por qué el crecimiento económico se convirtió en la nueva norma en los últimos dos siglos, mientras que Aghion y Howitt desarrollaron un modelo matemático que explica la denominada destrucción creativa, por lo que los productos nuevos y mejores reemplazan a los anteriores.
En la exposición de motivos del premio, la Academia enfatizó que durante la mayor parte de la historia de la humanidad, los estándares de vida no cambiaban demasiado de una generación a otra, a pesar de importantes descubrimientos esporádicos.
La Revolución Industrial supuso un vuelco fundamental, que impulsó un ciclo interminable de innovación y progreso e hizo posible un crecimiento sostenido y notablemente estable.
La importancia del conocimiento útil
A través de sus estudios sobre historia económica, Mokyr demostró que es necesario un flujo continuo de conocimiento útil, que tiene dos partes: el conocimiento proposicional, que muestra por qué algo funciona; y el prescriptivo, las instrucciones prácticas que describen lo necesario para que algo funcione.
Antes de la Revolución Industrial, las innovaciones se basaban en este último, la gente sabía que algo funcionaba pero no por qué, mientras el conocimiento proposicional, en matemáticas o en filosofía natural, se desarrollaba sin referencia al anterior.
La revolución científica propiciada por la Ilustración en el siglo XVIII mejoró progresivamente la retroalimentación entre ambos tipos de conocimiento y la acumulación de conocimiento útil que podría usarse para producir bienes y servicios, con la máquina de vapor como paradigma.
Que el crecimiento sostenido ocurriese primero en Gran Bretaña obedece al gran número de artesanos, obreros, técnicos e ingenieros cualificados, que supieron transformar las ideas en productos comerciales, sostiene Mokyr.
La Ilustración trajo consigo un aumento de la aceptación del cambio, un factor clave para el crecimiento, resalta el economista estadounidense.
La destrucción creativa, un proceso fundamental
Aghion y Howitt comprendieron que la destrucción creativa está en el centro del proceso de crecimiento continuo: una compañía con una idea para un producto mejor o medios de producción más eficientes pasa a liderar el mercado, pero cuando eso ocurre, se crea un incentivo para que otras mejoren ese producto o el método de producción.
En un modelo presentado en un artículo de 1992, mostraron que esa destrucción genera además conflictos que deben ser gestionados de manera constructiva, ya que de lo contrario las empresas ya establecidas y los grupos de interés bloquearán las innovaciones para no verse perjudicados.
Su teoría se puede usar para analizar, por ejemplo, si hay un volumen óptimo de investigación y desarrollo o si hay interferencias políticas en el mercado.
«La teoría de Aghion y Howitt es útil para la comprensión de qué medidas serán más efectivas y el grado en que la sociedad necesita apoyar la investigación y desarrollo», resalta la Academia.
Su modelo ha inspirado nueva investigación, incluyendo estudios sobre el nivel de concentración del mercado.
Las «nubes oscuras» del proteccionismo
Durante la rueda de prensa de anuncio del premio, Aghion se mostró preocupado por las barreras arancelarias impulsadas por Estados Unidos, que calificó de «obstáculo» para mantener el crecimiento económico global.
«Veo nubes oscuras actualmente acumulándose, empujando a favor de poner barreras al comercio y a la apertura», dijo en conversación telefónica.
Aghion defendió la necesidad de mercados grandes «para crecer, para que haya más posibilidades para intercambiar ideas, más competitividad, más transferencia de tecnología».
El Nobel francés instó también a recuperar el terreno perdido frente a Estados Unidos y China y a «reconciliar las políticas industriales con la innovación y la competitividad».
«Creo que los países europeos deben darse cuenta de que no deberíamos dejar que EE.UU. y China sean líderes tecnológicos y perder frente a ellos», afirmó.
El único premio no creado por Nobel
Nacido en Leiden (Holanda, 1946), Mokyr se trasladó a Estados Unidos, donde se doctoró en la Universidad de Yale y en la actualidad ejerce en la de Northwestern.
De la misma edad, el canadiense Howitt se doctoró precisamente en la Universidad de Northwestern y ejerce en la actualidad en la de Brown.
Aghion (París, 1956) tiene un doctorado en Harvard y está adscrito en la actualidad al Collège de France y al INSEAD, ambos en la capital francesa, así como a la London School of Economics.
Mokyr ha sido premiado con la mitad del galardón, dotado este año con 11 millones de coronas suecas (cerca de un millón de euros), mientras que Howitt y Aghion se dividen a partes iguales la otra.
El premio de Economía cierra, como es tradición, la ronda de ganadores de los Nobel de este año.
Este galardón, cuyo nombre real es Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, es el único de los seis galardones no creado en su día por el magnate sueco, sino que fue instituido en 1968 a partir de una donación a la Fundación Nobel del Banco Nacional de Suecia con motivo de su 300 aniversario. EFE
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