
Organizaciones sociales de Guatemala denuncian «violencia sistemática» contra las niñas
Ciudad de Guatemala, 10 oct (EFE).- Diversas organizaciones sociales de Guatemala alzaron la voz este viernes para denunciar la persistente situación de inequidad, exclusión, discriminación y múltiples formas de violencia que enfrentan miles de niñas y adolescentes en el país, en coincidencia con la conmemoración del Día Internacional de la Niña, que se celebra cada 11 de octubre.
La Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG), la Fundación Fe y Alegría y el Observatorio de Salud Reproductiva (OSAR) expresaron -en conferencia de prensa- su «profunda preocupación e indignación» ante lo que calificaron como un «incumplimiento sistemático» del Estado en garantizar los derechos humanos fundamentales de la niñez y la adolescencia.
Nery Rodenas, en representación de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala, destacó la alarma por el aumento y la normalización de las violencias sexuales, la trata de personas, especialmente en la modalidad de explotación laboral y explotación sexual comercial, los embarazos producto de abusos y las migraciones forzadas, que afectan desproporcionadamente a este grupo poblacional.
«Cada embarazo infantil es una evidencia de violencia sexual. Cada niña desaparecida o traficada refleja la ausencia de políticas efectivas de prevención y justicia», sentenció Rodenas.
Ana Pérez, docente de Fe y Alegría en el departamento (provincia) de Totonicapán, en el oeste de Guatemala, enfatizó en la doble discriminación que sufren las niñas y adolescentes de los pueblos indígenas, por ser mujeres y por ser indígenas, lo que incluye la discriminación racial por sus prácticas culturales y la exclusión social en la toma de decisiones.
La docente también relató la realidad de niñas que deben dejar la escuela para asumir roles de adulto, al cuidar a sus hermanos menores mientras sus padres trabajan y vivir en condiciones de pobreza.
Dulce Vicente, una estudiante de doce años de Fe y Alegría, dio un testimonio sobre las condiciones vulnerables en su comunidad, donde las niñas son obligadas a cuidar a sus hermanos por ser de «familias extensas y de pobreza extrema» y son violentadas verbal y psicológicamente.
La menor denunció la normalización de comentarios ofensivos como «No hubieras nacido, no sirves para nada, al final solo nacieron para casarse». La joven también refirió que hay casos donde padres obligan a sus hijas adolescentes a casarse clandestinamente con hombres adultos por una compensación económica, lo que a menudo desemboca en más violencia y abusos.
Mirna Montenegro, del Observatorio de Salud Reproductiva, recordó que hay 3,3 millones de niñas entre 0 y 17 años en Guatemala que enfrentan estas circunstancias.
Las organizaciones exigieron al Estado de Guatemala asumir su responsabilidad de garantizar la vida, integridad y bienestar de todas las niñas y adolescentes sin excepción, especialmente de áreas rurales.
Además, las entidades convocantes a la rueda de prensa llamaron a la sociedad a no permanecer indiferente, ya que señalaron que «el silencio y la inacción también son formas de violencia». EFE
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