Pakistán extiende un año el permiso de residencia de 1,3 millones de refugiados afganos

Islamabad, 10 jul (EFE).- Pakistán extendió este miércoles por un año el permiso de residencia de 1,45 millones de refugiados afganos registrados en el país asiático, aunque el Ministerio de Exteriores afirmó que sus planes de expulsar a todos los extranjeros en situación ilegal continúan tras la campaña lanzada el pasado octubre.

«El gabinete federal ha aprobado la extensión por un año de las tarjetas de Prueba de Registro (PoR) de 1,45 millones de refugiados afganos», afirmó la oficina del primer ministro, Shehbaz Sharif, en un comunicado.

Este documento de identidad concedido por el país asiático, que permite la residencia legal de los refugiados afganos, caducó el pasado 30 de junio.

El anuncio llega un día después de que el alto comisionado para los Refugiados de la ONU (ACNUR), Filippo Grandi, finalizara una visita de tres días en Pakistán, durante la que se reunió con Sharif y otros oficiales.

Grandi llamó a las autoridades paquistaníes a extender el documento de residencia a los refugiados afganos y agradeció a Islamabad que haya suspendido su plan de repatriación de extranjeros ilegales.

El alto comisionado de la ONU pidió además garantías de que se mantendría en suspenso, después de que Pakistán haya expulsado a cientos de miles de migrantes, mayoritariamente afganos, desde finales del año pasado.

Sin embargo, el Ministerio de Exteriores paquistaní afirmó este miércoles que la suspensión del plan «no es cierta».

«Hay que subrayar que Pakistán no ha dado ninguna explicación de este tipo a ACNUR, ni siquiera en las últimas reuniones» con Grandi, dijo una portavoz de Exteriores, Mumtaz Baloch, a los medios de comunicación.

Así pues, según Pakistán, el plan para expulsar a inmigrantes en situación irregular «sigue activo y está siendo implementado de forma coordinada».

Más de cuatro millones de afganos emigraron a Pakistán tras la invasión soviética de Afganistán en la década de 1980, incluidas 600.000 personas que huyeron después de que los talibanes recuperaran el poder en 2021, según datos del Gobierno.

Islamabad puso en marcha a principios del pasado octubre un plan para expulsar a los denominados ‘extranjeros ilegales’ de su territorio, dándoles un mes para abandonar el país o enfrentarse a una deportación forzosa.

Según estimaciones, unos 600.000 migrantes afganos regresaron a Afganistán desde este ultimátum, que ha sido ampliamente criticado por organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional (AI). EFE

aa-daa/rf