¿Impuesto de sucesiones para los ricos?
Un impuesto sobre sucesiones para grandes patrimonios, destinado al clima. Eso es lo que proponen las promotoras y los promotores. El gobierno federal y la oposición a la iniciativa temen pérdidas y recortes para la economía suiza. Todo lo que necesita saber sobre la iniciativa del impuesto a las herencias.
El impuesto de suceciones no aparece en el título. El nombre completo de la iniciativa es «Por una política climática social – financiada de manera fiscalmente justa (Iniciativa por un Futuro)»Enlace externo. El 30 de noviembre, la población suiza votará al respecto.
¿De dónde viene la idea?
Quien habla de ella, sin embargo, suele referirse a la iniciativa del impuesto de sucesiones. Esto se debe a que busca introducir un impuesto sobre sucesiones para patrimonios muy elevados.
Concretamente, se propone un impuesto del 50 % cuando alguien herede o done a sus descendientes más de 50 millones de francos. El impuesto se aplicaría únicamente sobre la cantidad que supere ese umbral. Los ingresos generados deberían destinarse a la lucha contra el cambio climático.
La iniciativa, por lo tanto, combina dos objetivos: por un lado, una mayor tributación de los patrimonios más altos y, por otro, medidas contra el cambio climático.
Estos objetivos se inscriben en dos tendencias globales: «Tax the Rich» por un lado y justicia climática por el otro. Por ejemplo, en 2024 los países del G-20 acordaron promover impuestos más altos para los súper ricos.
Se discute, por ejemplo, un impuesto del 2% sobre patrimonios de miles de millonesEnlace externo. También se ha abordado desde hace tiempo a nivel global el concepto de justicia climática («Carbon Inequality»Enlace externo).
Hoy en día, los impuestos sobre herencias representan una pequeña parte de los ingresos fiscales en la mayoría de los países, como muestra este gráfico:
¿A quién le afecta?
El Consejo Federal estima que en Suiza hay alrededor de 2.500 personas con un patrimonio superior a 50 millones de francos. En conjunto, este grupo posee aproximadamente 500 mil millones de francos. Según un estudio de la Universidad de LausanaEnlace externo, la iniciativa afectaría principalmente a los unos 300 hogares con patrimonios superiores a 200 millones de francos.
Por cierto, según la revista económica BilanzEnlace externo, Suiza cuenta actualmente con 152 multimillonarios, lo que le otorga la mayor densidad de multimillonarios del mundo: 17 multimillonarios por cada millón de habitantes.
Impuesto de sucesiones en Suiza: ¿Qué se aplica hasta ahora?
En Suiza, la situación de los impuestos sobre sucesiones es extremadamente heterogénea. Hasta ahora, el impuesto sobre sucesiones es competencia de los cantones. No existe un impuesto federal sobre sucesiones, por lo que hay decenas de formas de tributación diferentes. Además, en algunos cantones, los municipios también aplican un impuesto adicional.
En la mayoría de los cantones, la descendencia directa está exenta de impuestos o cuenta con umbrales de exención muy altos. Las excepciones son los cantones de Appenzell Rodas Interiores, Vaud y Neuchâtel.
En promedio, las herencias en los cantones se gravan de manera relativamente baja, alrededor del 1,6%. Esto no siempre fue así. Según un estudio de la Universidad de Lausana, «los patrimonios y las herencias han sido considerablemente aliviados fiscalmente en las últimas tres décadas».
Un impuesto federal de sucesiones millonarias ya se discutió en 2015, con la idea de financiar la AHV (seguridad social). La propuesta fue promovida por la EVP, el PS y los Verdes, pero la población rechazó esta iniciativa de manera contundente, con un 71% de votos en contra y un no unánime de todos los cantones.
Cabe destacar que para la población suiza en el extranjero y sus descendientes: quienes reciban herencias de un patrimonio situado fuera de Suiza, en principio no deben pagar impuesto sobre sucesiones en Suiza.
¿Cómo grava Suiza los grandes patrimonios?
La situación es aún más heterogénea, ya que el impuesto sobre el patrimonio también es competencia de los cantones y de los municipios; el gobierno federal no interviene.
El impuesto sobre el patrimonioEnlace externo solo se aplica cuando el patrimonio supera un umbral de exención. En algunos cantones, este umbral es, por ejemplo, de 100.000 CHF, mientras que en otros puede llegar a 1 millón de CHF. Esto convierte al impuesto sobre el patrimonio suizo —único en el mundo— en un verdadero «impuesto para ricos».
Las tarifas del impuesto sobre el patrimonio son, en la mayoría de los cantones, progresivas: cuanto mayor es el patrimonio, mayor es el tipo impositivo. Por ello, el 10% de los patrimonios más altos paga aproximadamente el 86% del total del impuesto sobre el patrimonio.
La diversidad en la aplicación del impuesto sobre el patrimonio en los 26 cantones suizos se refleja en esta tabla:
Economistas de la ETH calcularon, en el marco de un estudio, la carga fiscal del heredero de Roche, André Hoffmann, quien posee un patrimonio estimado de aproximadamente 2,6 mil millones de francos. Según el modelo de la ETHEnlace externo, Hoffmann pagaría en el cantón de Vaud unos 20 millones de francos al año en impuestos sobre su patrimonio.
La ETH – Oficina de Investigación Económica señala que Suiza dispone así de un «impuesto mínimo para ricos». El grupo de súper ricos al que apunta la iniciativa ya contribuye, por tanto, a los ingresos fiscales. En 2022, el impuesto sobre el patrimonio generó 9 mil millones de francos para cantones y municipios, aproximadamente una décima parte de sus ingresos totales.
A pesar de ello, Suiza sigue siendo considerada un paraíso fiscal para ricos, debido a los bajos tipos impositivos en algunos cantones y a la imposición forfaitaria aplicada a unos pocos miles de súper ricos recién llegados. Estos se benefician de una tarifa plana sobre sus altos patrimonios.
¿Cuáles son los argumentos a favor?
Según los jóvenes socialistas, los ricos generan más CO₂ debido a su estilo de vida, por lo que deberían pagar más por la protección del clima. Argumentan: «Para alcanzar los ambiciosos objetivos climáticos de 2050, serían necesarias inversiones de aproximadamente doce mil millones de francos al año en Suiza».
«Los súper ricos han acumulado su patrimonio mediante la explotación de las personas y de la naturaleza. Ha llegado el momento de que paguen por sus crímenes climáticos», afirma Nathalie Ruoss, vicepresidenta de JUSO Suiza. Concretamente, el dinero recaudado se destinaría a proyectos sostenibles en los ámbitos de la vivienda, el trabajo y el servicio público.
Los promotores de la iniciativa estiman que, de aprobarse la iniciativa del impuesto sobre sucesiones, se generarían 6 mil millones de francos adicionales en ingresos.
¿Cuáles son los argumentos en contra?
La oposición, incluido el gobierno federal, hacen otro cálculo. Según estimaciones de la Universidad de Lausana, de aprobarse la iniciativa de los jóvenes socialistas, se recaudarían entre 2,5 y 5 mil millones de francos adicionales en impuestos.
Pero esto solo sería así si nadie se traslada al extranjero, ya que los opositores prevén que los súper ricos y empresarios podrían cambiar su residencia fuera de Suiza. «En última instancia, la iniciativa podría generar incluso menores ingresos», advierte el gobierno.
Se estima que, de aprobarse la iniciativa, entre el 85 % y el 98 % de la base imponible de estas personas desaparecería, es decir, entre 2,8 y 3,7 mil millones de francos.
Por el contrario, del nuevo impuesto sobre sucesiones y donaciones se obtendrían apenas entre 100 y 650 millones de francos, según las estimaciones.
Además, personas prominentes afectadas argumentan que gran parte de su patrimonio está invertido en sus empresas, que tendrían que venderse para poder pagar el impuesto. También destacan que los empresarios ricos crean puestos de trabajo y mantienen a Suiza competitiva como lugar de producción mediante innovación e inversión.
¿Está todo claro?
No del todo. Porque es controvertida una cláusula de retroactividad incluida en el texto de la iniciativa. ¿Podrían los súper ricos ser gravados incluso si ya han abandonado Suiza? Probablemente, si se aprobase la iniciativa, los tribunales tendrían que decidir al respecto.
Lo que sí está claro es que el proyecto exige medidas «para prevenir la evasión fiscal, especialmente en caso de traslado al extranjero», y al mismo tiempo establece que el impuesto se adeudaría inmediatamente tras un «sí», precisamente por la cláusula de retroactividad.
Por ello, la iniciativa ya ha generado gran nerviosismo en los círculos afectados, incluso mucho antes del inicio de la campaña electoral.
Editado por Samuel Jaberg y adaptado del alemán por José Kress.
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