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La Suiza oficial ignora al Dalai Lama

El Dalai Lama no será recibido por un miembro del gobierno suizo, al contrario que en su visita de 2005. Keystone

El Dalai Lama visitará Lausana los próximos 4 y 5 de agosto para dar una conferencia en el centro deportivo de Malley. Por primera vez desde hace diez años, el Gobierno suizo renuncia a encontrarse con el guía espiritual de los tibetanos y Premio Nobel de la Paz. ¿Es esto resultado de las presiones chinas?

“Hemos preparado bien el terreno para un acuerdo de libre comercio entre nuestros dos países, nuestras colaboraciones ha sido fructíferas. Sería realmente una lástima que un encuentro gubernamental con el Dalai Lama comprometiera las labores realizadas”.

Son palabras –pronunciadas y escuchadas dentro de los círculos económicos- que hasta ahora nadie confirma que fueran emitidas. Sin embargo, ilustran la cantidad de las presiones ejercidas por China sobre los intereses suizos en Pekín para evitar un eventual encuentro entre un miembro del Gobierno suizo con el guía espiritual de los tibetanos, con motivo de su visita a Lausana los próximos días 4 y 5 de agosto.

Presiones reales

La embajada de Suiza en Pekín no ha hecho ningún comentario. No confirma ni desmiente nada y espera a una hipotética reacción oficial china para expresarse. Lo mismo que la Cámara de Comercio Suizo China de Pekín, cuyo presidente Peter Trösch afirma haber discutido la visita del Dalai Lama en Suiza con la embajada y no está en disposición de confirmar algún tipo de presión china ante la proximidad de este viaje.

Siempre hay voces -forzosamente y estrictamente anónimas- que dicen que en Pekín existen presiones reales. Suficientes en todo caso para incitar al Consejo Federal (Gobierno) a no reunirse con el Dalai Lama.

La confirmación cayó el miércoles 15 de julio: “Hemos invitado a los consejeros federales (ministros), pero ninguno ha respondido positivamente a nuestra invitación”, informó Jon Schmidt, del comité de organización de ‘Dalai-Lama Lausana 2009’.

Éste precisó que está previsto un encuentro con Pascal Broulis, presidente del Consejo de Estado de Vaud, Philippe Leuba, Consejero de Estado y otros altos funcionarios del cantón de Vaud. Poco después, fue la ministra de Asuntos Exteriores, Micheline Calmy-Rey, quien declaró haber confiado a la primera ciudadana del país, Chiara Simoneschi-Cortesi, presidenta de la cámara baja del Parlamento, la tarea de acoger a su santidad el Dalai Lama.

Micheline Calmy-Rey se justifica

Y, ¿por qué la jefa de la diplomacia helvética no lo recibe ella misma en persona? “Esto cae muy mal, el periodo es dificil, para mí sería imposible, también para mis colegas. Hemos buscado una solución que corresponda al grado y a la personalidad del Dalai Lama”, afirmó en la Radio Suisse Romande.

Respecto al conocimiento de si los trabajos de preparación de un acuerdo de libre comercio con China han influenciado las discusiones del Gobierno, la ministra afirmó que “este elemento no ha intervenido en nuestras discusiones”.

Además, “Suiza no sufre ninguna presión por parte de China. Suiza está en diálogo permanente con las autoridades de ese país”, según Erik Reumann, portavoz del Ministerio de Exteriores.

Intensa polémica

La versión oficial suscita polémica. La Asociación de Amistad suizo-tibetana se muestra “estupefacta y triste” tras saber que no habrá ningún encuentro con un consejero federal. Y el grupo parlamentario Suiza-Tíbet en Berna ha mandado una carta al Consejo Federal para exigirle que reciba al Dalai Lama.

Su vicepresidente, Oskar Freysinger, de la Unión Democrática del Centro (UDC), se mantiene fiel a su discurso sincero: “Esto es mortificante. El Gobierno suizo no defiende más que su propia apatía. […] Sólo sabe hacer una cosa: inclinarse ante los poderosos de este mundo y disculparse por existir. Esta no es la Suiza por la que lucho. Nadie se atreve a ceder ante este sistema comunista chino dictatorial, porque hay intereses económicos en juego y porque es más fácil vender su alma al diablo que resistirse a él”.

Y el parlamentario prosigue: “Si el interés es el de quedarse igual, el de vivir con la cabeza alta y luchar por lo que es justo, entonces este encuentro debe tener lugar. Si, en cambio, se trata de mostrar su sumisión en vista de algunos contratos jugosos, entonces no. Por mi parte, defendería siempre la primera opción. Sino el país soberano que es todavía Suiza no tiene razón de exisitir”.

¿A las órdenes de China?

¿Está Suiza realmente a las órdenes de China? Nada es menos seguro. La presidenta del Consejo Nacional recibirá al Dalai Lama y el la primera ciudadana del país. Y ‘el Océano de sabiduría’ visita asiduamente Suiza, a título privado y no gubernamental.

En los últimos años el Dalai Lama se entrevistó personalmente con cuatro ministros, aunque también estuvo en Suiza otras ocasiones en las que no se reunió con ningún miembro del Gobierno. Micheline Calmy-Rey precisó que nunca ha recibido una recepción gubernamental y que es habitualmente con el Ministro de Cultura con quien se reúne. De cara al futuro, “tenemos la intención de continuar en esta línea”.

Alain Arnaud, Pekín, con la colaboración de Michel Walter, Berna, swissinfo.ch
(Traducción: Iván Turmo)

Estudio. Tras la visita del primer ministro chino Wen Jiabao a Berna en enero de 2009, los dos paises acordaron realizar un estudio común sobre la viabilidad de un futuro acuerdo de libre comercio entre Suiza y China.

Negociaciones. Distintos encuentros tuvieron lugar en abril en Pekín. Habrá más a final del verano en Suiza. Un grupo de trabajo mixto lanzará el estudio de viabilidad en el segundo semestre de 2009 con el objetivo de abrir cuanto antes las negociaciones propiamente dichas.

El 7 de octubre de 1950, un año después de que Mao Zetung proclamara la República Popular de China, 40.000 soldados del ejército popular invadieron el este del Tíbet.

Tras la cruenta sublevación popular de 1959, el Dalai Lama, de 24 años, dejó Lasa y huyó a India. Unos 80.000 tibetanos le siguieron al exilio cruzando diferentes pasos nevados del Himalaya.

En otoño de 1960 llegó el primer grupo de refugiados a la Colonia Infantil de Pestalozzi en Trogen. Con la Guerra Gría en segundo plano, el Gobierno suizo autorizó en l963 la acogida de 1.000 tibetanos.

Los 4.000 tibetanos que hoy viven en Suiza conforman la mayor comunidad de exiliados en Europa.

La comunidad más significativa está integrada por unos 170 tibetanos en el pueblo zuriqués de Rikon, donde también existe un monasterio tibetano.

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