Presidencia danesa impulsa competitividad y cierra acuerdo arancelario con EEUU
Copenhague, 29 dic (EFE).- Dinamarca finaliza este miércoles su presidencia del Consejo de la Unión Europea (UE) en un semestre en el que dio un impulso a la competitividad y a la industria de defensa y firmó un acuerdo arancelario con Estados Unidos.
La presidencia danesa, que cerró 41 expedientes y se aseguró mandatos de negociación en otros 17, se había marcado reforzar la productividad, ligándola en buena medida al refuerzo de la defensa.
Dinamarca consiguió avanzar en seis de los paquetes «ómnibus» -propuestos por la Comisión Europea para simplificar las normas para las empresas en distintos ámbitos-, de los que tres fueron aprobados por el Parlamento Europeo.
Entre ellos destacan el paquete I, que reduce drásticamente los requisitos de información sobre sostenibilidad y diligencia debida, y el Paquete Ómnibus Digital, para que las empresas digitales sean más competitivas,
El impulso a la industria de defensa se plasmó en la adopción de un reglamento para incentivar las inversiones relacionadas con ese área en el presupuesto de la UE y que abre la puerta a la colaboración con Ucrania.
Se introdujeron ajustes jurídicos para apoyar inversiones relacionadas con la defensa más rápidas, flexibles y coordinadas en toda la UE; se acordó facilitar la financiación de tecnologías de doble uso y se reforzará la base industrial y tecnológica de defensa de Europa.
Una guerra comercial abortada a cambio de compromisos en inversiones
Trump había anunciado que a partir del 9 de julio impondría aranceles generales del 50 % al acero y el aluminio europeos y uno universal del 10 % para todo producto importado con destino a la economía estadounidense.
La UE evitó la guerra comercial con un acuerdo que fija un gravamen general del 15 % a productos europeos, que cubriría algo más de dos tercios del comercio con Estados Unidos, aunque deja fuera a sectores como el farmacéutico y el de los semiconductores.
A productos estratégicos como las aeronaves, ciertos productos químicos, ciertos genéricos, equipos semiconductores, ciertos productos agrícolas, recursos naturales y materias primas críticas se les impondrá de manera recíproca aranceles cero.
A cambio de evitar un conflicto comercial directo, la UE se comprometió también a comprar energía estadounidense (gas, petróleo y nuclear) por valor de 750.000 millones de dólares durante el mandato actual de Trump y a realizar inversiones privadas en la economía estadounidense por valor de 600.000 millones de dólares.
El esperado acuerdo comercial con el Mercosur fue pospuesto de nuevo al no reunirse una mayoría cualificada, por las dudas de última hora de Italia y el rechazo de Francia, que deberán superarse para cumplir con el nuevo objetivo de cerrarlo el 12 de enero en Paraguay.
Más sanciones para Rusia y ayuda financiera a Ucrania
Durante la presidencia danesa, se aprobaron dos nuevos paquetes de sanciones a Rusia por la guerra en Ucrania y se acordó prohibir la compra de gas natural licuado (GNL) ruso a partir de 2027, además de vetar cualquier relación comercial con Rosneft y Gazprom.
Los nuevos paquetes (18 y 19) añaden 117 buques más a la lista negra de la llamada «flota fantasma» rusa, usada para evitar las sanciones, e incorporan a 45 empresas de terceros países, acusadas de ayudar a Moscú; y a otros 105 barcos más se les prohíbe acceder a puertos y servicios relacionados con el transporte marítimo.
Aunque la UE aprobó la inmovilización indefinida de unos 210.000 millones de euros en activos rusos congelados, no logró un consenso para su uso directo en la ayuda a Ucrania, que según el Fondo Monetario Internacional (FMI) necesita más de 136.000 millones de euros en los próximos dos años.
Bélgica, país donde están depositados la mayor parte de estos activos, exigía un compromiso del resto de países a asumir de forma conjunta las posibles consecuencias legales y financieras de las previsibles acciones legales rusas.
La UE acordó finalmente financiar a Ucrania con 90.000 millones de euros en 2026 y 2027 emitiendo deuda a cargo del presupuesto comunitario una fórmula de la que quedan al margen Hungría, Eslovaquia y la República Checa.
Si en la cuestión de la financiación la presidencia danesa no logró un acuerdo sobre los activos rusos, en la del ingreso de Ucrania en la UE no alcanzó ningún avance por la oposición húngara.
Sí alcanzó un acuerdo político, entre el Consejo y la Eurocámara, en el área climática, con el objetivo de reducir en 2040 las emisiones netas que causan el efecto invernadero en un 90 % respecto a 1990.
También se cerró un pacto provisional para crear centros para deportar a países terceros a migrantes y solicitantes de asilo, con el objetivo de restringir las peticiones, y se iniciaron las negociaciones sobre el Marco Financiero Plurianual (2028-2034). EFE
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