Estudiantes se suman a las protestas por el costo de vida en Irán
Estudiantes iraníes se sumaron al movimiento de protesta iniciado por los comerciantes contra el elevado costo de vida y la hiperinflación galopante en este país golpeado por severas sanciones occidentales.
La República Islámica sufre desde hace años un encarecimiento desenfrenado de los productos básicos y una crónica devaluación de su moneda. En diciembre, los precios aumentaron una media del 52% interanual, según el Centro de Estadísticas.
En el tercer día de protestas, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, pidió a sus funcionarios que escuchen «las demandas legítimas» de los manifestantes e instó al gobierno a «actuar con todas sus fuerzas para resolver los problemas».
Pese a este llamado, estudiantes universitarios se sumaron a las movilizaciones en Teherán, así como en la ciudad de Ispahan, en el centro del país, reportó la agencia de prensa Ilna, cercana a los círculos obreros.
Agobiados por el efecto en sus negocios, vendedores de la capital cerraron sus tiendas el lunes y marcharon contra el deterioro de la situación económica del país.
Esta movilización espontánea comenzó el domingo en el mayor mercado de teléfonos móviles de Teherán, antes de extenderse y cobrar fuerza al día siguiente.
Imágenes de la agencia de noticias estatal Fars mostraron que las fuerzas de seguridad usaron gases lacrimógenos para dispersar las protestas.
«Pedí al ministro del Interior que escuche las demandas legítimas de los manifestantes» para que el gobierno «pueda actuar con todas sus fuerzas para resolver los problemas y hacerlo de manera responsable», aseguró el presidente Pezeshkian en la red social X.
Este martes por la mañana, la mayoría de las tiendas y cafeterías estaban abiertas como de costumbre en la avenida Vali-asr, que atraviesa la capital de norte a sur a lo largo de 18 kilómetros, constató la AFP.
Policías antidisturbios vigilaban las principales plazas del centro de la ciudad.
Para el miércoles, las autoridades decretaron el cierre de escuelas, bancos y establecimientos públicos en Teherán y otras partes del país por el frío y para ahorrar energía, indicó la prensa estatal, que no lo vinculó a las protestas.
El presidente del Parlamento, Mohamad Bagher Ghalibaf, instó a los diputados y políticos a tomar las «medidas necesarias para aumentar el poder adquisitivo de la población», según imágenes difundidas por la televisión.
Sin embargo, también alertó contra el riesgo de instrumentalización de estas protestas para sembrar «el caos».
– Moneda en caída libre –
El rial iraní alcanzó el domingo un nuevo mínimo histórico frente al dólar, según el tipo de cambio informal en el mercado negro, a más de 1,4 millones de riales por dólar (frente a los 820.000 de hace un año) y 1,7 millones por euro (frente a los 855.000).
El lunes, la divisa se recuperó ligeramente.
Esta depreciación crónica ha conducido a una hiperinflación y a una fuerte volatilidad en Irán, donde algunos precios aumentan considerablemente de un día para otro.
Esta situación paraliza las ventas de algunos productos importados, ya que tanto vendedores como compradores prefieren posponer cualquier transacción a la espera de que la situación se aclare.
«Ningún dirigente (político) nos ha apoyado ni ha tratado de averiguar cómo afecta el tipo de cambio del dólar a nuestras vidas», lamentó un manifestante citado el martes por el periódico Etemad.
«Tuvimos que manifestar nuestro descontento», añadió este vendedor, que testificó bajo anonimato.
– Sanciones –
«Muchos comerciantes han preferido suspender sus transacciones para evitar posibles pérdidas», explicó el lunes la agencia oficial de noticias Irna, al añadir que los manifestantes habían «coreado consignas».
La economía iraní, ya debilitada por décadas de sanciones occidentales, sufre además por el restablecimiento a finales de septiembre por parte de la ONU de las penalizaciones internacionales relacionadas con su programa nuclear, que habían sido levantadas hace diez años.
En medio de la crisis, el gobierno anunció el reemplazo del gobernador del Banco Central por Abdolnasser Hemmati, quien ya ocupó este cargo entre 2018 y 2021.
Hemmati, exministro de Economía y Finanzas, asumirá sus funciones el miércoles. Vuelve a la escena política después de ser destituido en marzo por el Parlamento, también a causa de la fuerte depreciación del rial.
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