Rebeldes tuaregs de norte de Malí firman acuerdo de paz con gobierno

El presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita (I) saluda a Mahamadou Djery Maiga (D), vicepresidente y vocero del Consejo de Transición del estado de Azawad tras el acuerdo de paz sucrito por movimientos rebeldes en Bamako, Mali, el 20 de junio de 2015 afp_tickers

Rebeldes de movimientos principalmente tuaregs del norte de Malí firmaron este sábado un acuerdo de paz ratificado el 15 de mayo por el gobierno y la mediación internacional, cuyo objetivo es aislar al yihadismo en esta región del Sahel.

El acuerdo pretende devolver la estabilidad al norte del país, cuna de varias revueltas tuaregs desde los años 60, y bastión de yihadistas ligados a Al Qaida, que se han reagrupado desde que fueron expulsados por las tropas francesas en 2013.

En nombre de la Coordinadora de Movimientos del Azawad (CMA, rebelión), Sidi Brahim Ould Sidati, añadió su firma a las inscritas ya en el acuerdo. Bamako y la mediación internacional ya habían firmado previamente este documento.

Durante esta ceremonia marcada por numerosas muestras de fraternidad entre dirigentes de grupos que recientemente se enfrentaban en el terreno, el ministro argelino de Relaciones Exteriores, Ramtan Lamamra, responsable de la mediación internacional, dio la bienvenida a «una nueva oportunidad y a un nuevo destino para esta gran nación maliense».

«La comunidad internacional estará siempre a vuestro lado, pero no puede traer la paz por vosotros», advirtió el jefe de la Misión de Naciones Unidas para Malí (Minusma), Mongi Hamdi, mientras que el jefe de Estado maliense, Ibrahim Boubacar Keita, instó a los rebeldes a «confiar» en él.

Un representante de la CMA, Mahamadou Djeri Maiga, estimó, no obstante, que el nuevo acuerdo «no debe parecerse» a los anteriores firmados entre Bamako y los rebeldes, que se convirtieron en papel mojado. «Cada uno debe respetar sus compromisos», declaró a la AFP.

Francia mostró su apoyo a este acuerdo, en la línea del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien exhortó «a todos los bandos a continuar trabajando de buena fe para avanzar en esta dirección y aplicar todas las disposiciones del alto el fuego».

– Asambleas regionales sin autonomía –

El acuerdo prevé la creación de Asambleas regionales con importantes competencias y elegidas por sufragio universal directo, pero descarta la autonomía o el federalismo, como exigía Bamako.

La comunidad internacional había estado aumentando la presión sobre la CMA para hacerla volver a la mesa de negociaciones como forma de aislar a los yihadistas, que desde 2012 convirtieron al norte del país en su base de operaciones en el Sahel.

Esta crisis afecta «a los intereses de toda Europa, a través de un aumento del terrorismo y de la amplificación de los flujos de migrantes, y la misión de la ONU juega un papel esencial en la estabilización de Malí e, indirectamente, de la región», indicaron en una tribuna publicada el viernes la cancillería francesa y holandesa.

Esta firma debe «permitir clarificar la situación en el terreno», aislando a las «bandas incontroladas, yihadistas, narcotraficantes que continúan con la violencia», afirmó a la AFP el editorialista maliense Souleymane Drabo, para quien el restablecimiento de la seguridad aún llevará tiempo.

Azawad, un territorio árido, con una superficie equivalente a las de Francia y Bélgica sumadas, está situado al norte del río Níger y comprende las regiones administrativas de Kidal, Tombuctú y Gao.