
Rusia consuma su escalada y deja sin suministro a cerca de un 10 % de la población de Kiev
Marcel Gascón
Kiev, 10 oct (EFE).- Rusia sigue consumando la escalada de ataques al sistema energético ucraniano de la que advirtió el presidente Volodímir Zelenski y con la que amenazó antes del otoño el Kremlin, y dejó este viernes sin luz, agua o calefacción a alrededor de un diez por ciento de la población de Kiev y a miles de hogares y empresas de una decena de regiones ucranianas.
Según datos ofrecidos por la ministra de Energía, Svitlana Grinchuk, al menos 270.000 abonados se quedaron temporalmente sin suministro de energía en la capital, cuya población se estima en unos 3 millones de personas. El metro y otros medios de transporte público propulsados con electricidad hubieron de suspender parte de sus operaciones.
Los cortes de luz, agua y calefacción también afectan a partes de las regiones de Sumi, Járkov, Poltava, Cheníguiv, Dnipropetrovsk y Zaporiyia. Todas ellas están situadas cerca de la frontera con Rusia o del frente o son escenario de combates por la presencia de tropas rusas en su territorio.
“Seguimos en comunicación con nuestros socios internacionales para reforzar la defensa de nuestra infraestructura energética e incrementar la estabilidad” del sistema, dijo la ministra Grinchuk en un comunicado.
Ucrania pide constantemente a sus socios más medios de defensa antiaérea para proteger las centrales no nucleares con las que genera parte de su electricidad y otras infraestructuras energéticas, que han sido atacadas por Rusia de forma sistemática en varias fases de esta guerra.
La empresa DTEK, líder del sector energético privado ucraniano, ha informado este viernes sin dar detalles de la ubicación de la infraestructura o la magnitud de los daños de que el bombardeo ruso de la pasada noche alcanzó una de sus centrales térmicas.
La campaña de ataques rusos a la energía ucraniana de este mes de otoño se ha centrado por ahora en infraestructuras eléctricas y gasísticas. Ucrania ha anunciado esta semana que importará un 30 % más del gas que tenía previsto comprar fuera después de que los rusos lanzaran hace hoy una semana el mayor ataque en toda la guerra contra instalaciones ucranianas de producción de gas.
Kiev también ha anunciado que establecerá un precio fijo del gas natural para que los ciudadanos puedan pagarlo, y espera pagar las importaciones no previstas de este recurso natural con dinero facilitado por sus socios europeos.
En su ataque de la pasada noche, Rusia empleó más de 460 drones, de los que 60 no pudieron ser derribados e impactaron en varias localizaciones de la geografía ucraniana, según el parte de la Fuerza Aérea de Ucrania.
Rusia utilizó también 32 misiles de distintos tipos, entre ellos 14 balísticos y 2 hipersónicos Kinzhal. Catorce misiles (entre ellos diez balísticos y un hipersónico) no fueron neutralizados.
En su condena del bombardeo, Zelenski ha informado de la muerte de un niño en Zaporiyia a consecuencia del ataque, y ha pedido una reacción internacional contundente para forzar a Rusia a poner fin a este tipo de acciones.
“Lo que se necesita no son más gestos de cara a la galería, sino acciones decisivas, de EE.UU., Europa y el G7, a la hora de enviar sistemas de defensa aérea (a Ucrania) y de garantizar el cumplimiento de las sanciones (a Rusia)”, dijo Zelenski en sus redes sociales. El G7 está integrado por EE.UU. y las otras seis democracias más industrializadas del mundo.
El presidente ucraniano hizo además una apelación al G20, que incluye, además de a los miembros del G7, a potencias del llamado Sur Global con más lazos con Rusia que los países occidentales, como China o Brasil.
“Contamos con una respuesta a esta brutalidad del G20 y de todos los que hablan de paz en sus comunicados y sin embargo se abstienen de tomar medidas reales”, escribió Zelenski en su mensaje, publicado en redes sociales.
En su discurso a la nación diario de anoche, emitido unas horas antes de que los drones y misiles rusos entraran en el espacio aéreo ucraniano, Zelenski insistió en que Ucrania está perfeccionando y ampliando sus capacidades ofensivas de larga distancia para responder de forma cada vez más contundente a bombardeos rusos como el que hoy ha dejado a cientos de miles de personas sin suministro en territorios bajo control de Kiev.
Ucrania espera aprovechar el éxito que parece haber conseguido el presidente de EE.UU., Donald Trump en la firma de un proceso de paz entre Israel y Hamás para dar impulso a las negociaciones para frenar la guerra en Ucrania, que no han dado frutos por el momento por la negativa a bajar las armas del Kremlin.
Tanto Zelenski en su discurso como su ministro de Exteriores, Andrí Sibiga, al condenar el último ataque ruso le reprocharon al presidente ruso, Vladímir Putin, que no sea capaz de aceptar un alto el fuego como sí ha hecho Hamás en medio del asedio israelí a su último bastión en la ciudad de Gaza.
“Rusia es peor que Hamás”, escribió en X Sibiga, que pidió más presión internacional para forzar a Putin a sentarse a negociar el final de la guerra. EFE
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