
Senegal destruye ocho campamentos de los rebeldes separatistas de Casamance
Dakar, 23 mar (EFE).- Las fuerzas armadas de Senegal destruyeron ocho bases de los rebeldes separatistas de las Fuerzas Democráticas de la Casamance (MFDC) desde el pasado día 13, cuando empezaron una operación especial contra el grupo armado en el sur del país, informó el Ejército.
Además de recuperar una gran cantidad de armas, municiones, vehículos y otros objetos, durante esta operación «murieron varios rebeldes», indicó el Ejército senegalés en un comunicado recogido este miércoles en los medios locales.
Asimismo, las fuerzas armadas lamentaron la muerte de un soldado senegalés y al menos ocho militares heridos.
«Estas bandas criminales serán rastreadas hasta sus últimos atrincheramientos, dentro del territorio nacional y en todas partes», aseguró en dicho comunicado el coronel Alexis Grégoire Vasse, director de Información y Relaciones Públicas del Ejército senegalés.
«(El Ejército) continuará sus operativos de seguridad a toda costa con la misma determinación y con el objetivo de preservar la integridad del territorio nacional», agregó.
Las operaciones del Ejército de Senegal contra los rebeldes han forzado a más de 5.600 gambianos a dejar sus hogares desde que el inicio de esta operación, que tiene como objetivo principal desmantelar las bases de la facción MFDC de Salif Sadio situadas a lo largo de la frontera norte.
Igualmente, «apunta a destruir todas las bandas armadas que realizan actividades criminales en la zona y a neutralizar a toda persona o entidad que colabore directa o indirectamente con ellas», declaró el Ejército al anunciar el inicio de la operación.
Además, más de 700 senegaleses cruzaron como refugiados la frontera que separa a ambos países, confirmaron este miércoles a Efe las autoridades gambianas.
Los residentes aseguran que los proyectiles de las Fuerzas Armadas senegalesas están cayendo en territorio gambiano, lo que reduce a cenizas los huertos de muchos civiles.
La operación tiene lugar después de que el pasado 24 de enero una patrulla de las fuerzas militares senegalesas desplegadas en Gambia en el marco de la misión de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) en ese país fuera atacada por rebeldes a bordo de un camión que transportaba madera.
El ataque tuvo lugar cuando los militares acometían una operación de seguridad al sur de la localidad gambiana de Bwiam relacionada con la lucha contra los tráficos ilícitos, «principalmente contra la explotación criminal de la madera en la frontera con Gambia», según aseguró entonces el Ejército senegalés.
También siete soldados senegaleses fueron capturados por el MFDC, que fueron liberados el pasado 14 de febrero.
La región de Casamance es escenario de una rebelión armada -considerada un «conflicto de baja intensidad»- que se desarrolla desde 1982 entre el Gobierno y los rebeldes del MFDC.
Este grupo reclama la independencia de esa región senegalesa, separada del resto del país por la vecina Gambia y que se ha sentido históricamente abandonada por el Ejecutivo central.
A diferencia del norte del país, más árido, el sur de Senegal cuenta con tierras fértiles y es muy rico en recursos forestales, con el tráfico ilegal de madera en los últimos años como la principal fuente de ingresos del MFDC, según un informe de la ONG británica Agencia de Investigación Ambiental (EIA).
En el pasado, la crisis de Casamance causó cientos de muertes y forzó a decenas de miles de personas a desplazarse o refugiarse en Guinea-Bisáu y Gambia.
En los últimos años, el Ejercito senegalés ha efectuado varias operaciones militares para neutralizar a los rebeldes que se refugian en la zona, permitir a las poblaciones volver a sus hogares y luchar contra las actividades ilícitas de las bandas armadas. EFE
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