The Swiss voice in the world since 1935

Sergio Mattarella, el venerable presidente que quiso descansar y no pudo

Gonzalo Sánchez

Roma, 21 jul (EFE).- En los planes del presidente italiano, Sergio Mattarella, 2022 debía ser el año de su jubilación, pero en enero no tuvo más remedio que seguir en el cargo por el desacuerdo en la política. Ahora, a dos días de cumplir 81 años, lejos de descansar, deberá guiar al país a un adelanto electoral que se anuncia bronco.

Mattarella (Palermo, 1941), un prestigioso jurista miembro de una conocida dinastía democristiana siciliana, se ha ganado el respeto de todo el país desde que en 2015 fuera elegido como duodécimo presidente de la República, el principal cargo del Estado italiano.

El día de su elección, el 3 de febrero de aquel año, era uno de los jueces del Tribunal Constitucional y en las calles italianas su nombre solo «sonaba» debido a un apellido vinculado al poder.

Pero su fama despegó en el Palacio del Quirinal: en la sede de la Jefatura del Estado, una opulenta mansión en lo alto de Roma habitada en el pasado por papas, «arbitra» la siempre aguerrida política italiana y sus frecuentes crisis.

Basta pensar que en estos años en el poder, ha presenciado la jura de cuatro Ejecutivos: el de Paolo Gentiloni (2016-2018), los dos de Giuseppe Conte (2018-2019 y 2019-2021) y el de Mario Draghi, que le acaba de entregar su dimisión tras perder su mayoría.

Pero Mattarella no ha sido un presidente indolente, sino que ha usado su poder de veto cuando lo ha creído oportuno, como cuando impidió que Conte, apoyado por el populista Movimiento 5 Estrellas y la ultraderechista Liga de Matteo Salvini, nombraran un ministro de Economía «antieuro».

El cariño de los italianos hacia su presidente aumentó durante una pandemia, la del coronavirus, que hizo de Italia el primer país occidental en confinarse.

Sus homenajes, llamamientos y visitas a los puntos más afectados aliviaron un país desesperado. E incluso hizo reír cuando apareció despeinado ante la cámara reconociendo que él tampoco iba al peluquero: era un italiano más encerrado en su palacio.

El presidente viudo, acompañado en los actos oficiales por su hija Laura, había navegado durante un mandato extenuante y sin precedentes y ya saboreaba las mieles de una jubilación merecida.

«Dentro de ocho meses mi mandato terminará, porque como sabéis el cargo de presidente de la República dura siete años y yo soy viejo. Dentro de pocos meses podré descansar», anunciaba a unos niños en su visita a una escuela romana en mayo de 2021.

No obstante, su reposo no debía darse por descontado. El pasado enero el Parlamento se reunía en sesión conjunta para buscarle un sucesor pero los partidos, enfrascados en eternas reuniones y pactos rotos, fracasaban. Mattarella debía seguir.

Y él, fiel servidor de las instituciones, aceptaba pero a regañadientes: «Esta situación impone no eludir el deber al que se es llamado y, naturalmente, debe prevalecer sobre otras cuestiones y perspectivas diferentes». El descanso debía esperar.

Ahora su segundo mandato, agitado por la guerra ucraniana, vuelve a tambalearse por la dimisión de Draghi, ese riguroso economista al que en febrero de 2021 encargó gestionar la pandemia y los millonarios fondos europeos.

Y, a dos días de cumplir 81 años, este 23 de julio, deberá llevar al país a un adelanto electoral en otoño.

Su presidencia corona una carrera en la que Mattarella, sucesor de Giorgio Napolitano, fue varias veces diputado entre 1983 y 2008, primero con la Democracia Cristiana y luego con el centroizquierda, y tres veces ministro, de Relaciones con el Parlamento (1987-1989), de Educación (1989-1990) y de Defensa (1999-2001).

Licenciado en Derecho en 1964 en la Universidad «La Sapienza» de Roma con la máxima calificación, impartió derecho parlamentario en la Universidad de Palermo hasta 1983, cuando entró en la Cámara de Diputados.

Su árbol genealógico más reciente parte de sus padres, Maria Buccellato (1907-2001) y Bernardo Mattarella (1905-1971), un antifascista que sentó las bases con Alcide de Gasperi de la potente Democracia Cristiana, con la que fue cinco veces ministro.

Una imagen que acompañará siempre al actual jefe de Estado italiano es la que le muestra tomando en sus brazos el cuerpo inerte de su hermano Piersanti, asesinado en 1980 en su coche por la mafia Cosa Nostra. Un tema que el presidente italiano, siempre discreto, lleva con total mutismo. EFE

gsm/mr/psh

(foto)

© EFE 2022. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.

Los preferidos del público

Los más discutidos

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR