Sin fronteras la Quinta Suiza
Un ejemplo de la presencia de la comunidad suiza en el extranjero es el de Singapur.
Uno de sus pilares es el Club Suizo, con 130 años de tradición.
Creado en 1871 como el Club de Tiro con Rifle por la comunidad suiza dedicada a la industria textil en jornadas de catorce horas, el Club Suizo ha sobrevivido en sus 28 acres a dos guerras mundiales, décadas de problemas financieros e incluso un destructivo incendio.
130 años después, su comité está integrado por siete personas, tres de ellas extranjeras, y presidido por Bernhard Weber, del cantón suizo de Zug y empleado de la sección del UBS-Banca Privada.
Siempre a la búsqueda de ingresos que permitan su sostén, el Club aprovechó la celebración nacional del pasado 1°de agosto para lanzar una oferta de descuento del 20% en la entrada de la cuota de ingreso, válida hasta el 31 de agosto, para nuevos miembros “ya que los 1.200 actuales solamente permiten el equilibrio de las cuentas”, declaró Weber a swissinfo.
Todo empezó por la afición al tiro
Otto Adler, un suizo que envidiaba a los ingleses que descansaban jugando al críquet sábados y domingos en su Club, tuvo la idea en 1870 de invitar a su residencia a sus amigos pidiéndoles que llevaran sus rifles. “Construí una diana al estilo suizo y nos sentimos tan bien que les propuse buscar un lugar donde practicar”, escribió el propio Adler.
En el año 2002, sus directivos presentan la actividad como una de las muchas que desarrolla la entidad social junto a otras deportivas, culturales y sociales en las que participan adultos, jóvenes y niños y que van desde el aprendizaje de la caligrafía china, la decoración japonesa a las competiciones en tenis u otros deportes.
Las dificultades le llegan al Club Suizo de Singapur anualmente a principios del nuevo año y finalizado el curso escolar, cuando tradicionalmente las empresas trasladan al jefe de la familia a otro país o a la sede central en Suiza.
Estancia promedio de 3 años
La estancia media de treinta meses por familia no es fácil para las finanzas de la entidad ya que es difícil encontrar la continuidad de miembros y directivos “y el interés de los miembros se centra en proyectos a muy corto plazo, dada la incertidumbre de la duración de su estancia”, añadió Weber.
El Club Suizo está orientado a las familias y estimula la presencia de niños, a los que se permite acudir acompañados de las empleadas de hogar, lo que algunos locales no permiten.
Proporciona una ayuda considerada preciada en logística y contactos sociales a las esposas de los profesionales suizos destinados en Singapur, donde numerosas empresas y multinacionales helvéticas tienen su sede central asiática lo que hace que el jefe de familia se ausente a menudo del hogar.
Precisamente, miembros femeninos del Club han renovado la revista ‘Swiss Club News’ con un aire muy atractivo y que, según Weber (un año en la presidencia), le ayudará a avanzar hacia su objetivo de 1.500 socios para conseguir lo que llama un “apoyo holgado”.
Paloma Caballero, Singapur
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