
Sudáfrica aprueba una ley contra delitos de odio, 30 años después del fin del apartheid
Johannesburgo, 9 may (EFE).- El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha aprobado una ley contra el discurso y los crímenes de odio, informó este jueves la Presidencia sudafricana, treinta años después del fin del sistema segregacionista del apartheid. La norma «prohíbe los delitos de crímenes de odio y discurso del odio» y permite el enjuiciamiento de quienes los cometan, lo que «hace efectivas las obligaciones de Sudáfrica según la Constitución y los instrumentos internacionales de derechos humanos en materia de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas relacionadas de intolerancia», señaló un comunicado. Hasta ahora, las personas acusadas de racismo eran procesadas en el país por el delito de ‘crimen injuria’, que hace referencia a la vulneración de la dignidad o la privacidad de una persona. La nueva ley se hace eco de la Declaración de Derechos recogida en la Sección 9 de la carta magna sudafricana, que prohíbe cualquier discriminación directa o indirecta basada en la raza, el género, el sexo, el origen social y étnico, la religión, la orientación sexual y otras condiciones, destacó la Presidencia. «La Declaración de Derechos otorga a todos el derecho a la dignidad y otorga a todos el derecho a la libertad y la seguridad de la persona, que incluye el derecho a estar libre de todas las formas de violencia, ya sean de origen público o privado», añadió. La norma, no obstante, «excluye del ámbito de discurso del odio» aquellas acciones que se hayan llevado a cabo «de buena fe» y en el curso de algún tipo de expresión artística, una investigación académica, información periodística de interés público o la adopción de una creencia o doctrina religiosa «que no promueva el odio ni constituya una incitación a hacer daño». Asimismo, la ley aprobada por Ramaphosa promueve la formación de la Policía y la Fiscalía sudafricana para garantizar que se juzguen correctamente estos delitos. Aunque la población negra y mestiza de Sudáfrica ya estaba bajo el dominio colonial de la minoría blanca desde antes, las leyes que configuraron el sistema segregacionista del apartheid comenzaron a regir en 1948, hasta convertir a Sudáfrica en uno de los regímenes más crueles y racistas del mundo. El desmantelamiento de la segregación racial no comenzó hasta la década de los noventa del siglo pasado y las primeras elecciones democráticas y multirraciales no se produjeron hasta 1994, con la victoria histórica de Nelson Mandela. En la actualidad, según el Banco Mundial (BM), Sudáfrica es el país más desigual del mundo y las disparidades raciales son la principal causa de desigualdad en los ingresos, si bien el género también es significativo, ya que las mujeres perciben salarios un 38 % inferiores a los hombres. EFE mm/lbg/ad