Sudán del Sur fija las elecciones generales para el 26 de diciembre de 2026

Yuba, 20 jun (EFE).- La Comisión Electoral Nacional (CEN) de Sudán del Sur fijó este viernes oficialmente las tan esperadas elecciones generales del país para el 26 de diciembre de 2026, que serán los primeros comicios del país desde su independencia en 2011, tras años de prórrogas del período de transición.

Así lo anunció el presidente de la CEN, Abednego Akok Kachuol, tras reunirse en la capital Yuba con el presidente sursudanés, Salva Kiir.

Akok defendió que la fecha se ajusta a los acuerdos previos entre los partidos políticos en el marco de la hoja de ruta del acuerdo de paz de 2018, y aseguró que el presidente Kiir ya ha ordenado al Ministerio de Finanzas que comience a liberar fondos para apoyar el proceso electoral.

Asimismo, aseguró que se ha instruido a los organismos de seguridad para que se coordinen con la comisión electoral para garantizar una votación «segura y transparente».

Akok adelantó en declaraciones a la prensa «que pronto se realizarán consultas con las principales partes interesadas para evaluar el progreso y agilizar los aspectos críticos de los preparativos electorales».

El responsable animó a la ciudadanía a prepararse para lo que describió como «un hito importante en la transición del país hacia la democracia».

A pesar del anuncio, persisten dudas sobre la capacidad del país para celebrar elecciones dentro del plazo propuesto ya que Sudán del Sur ha pospuesto las elecciones en cinco ocasiones desde su independencia en 2011 debido al conflicto y la inestabilidad política.

Sudán del Sur es escenario de crecientes tensiones que se agudizaron en marzo pasado con la detención de varias figuras claves del principal partido de la oposición y socio de Kiir en el Gobierno, el Movimiento Popular de Liberación de Sudán en la Oposición (SPLM-IO), liderado por el primer vicepresidente del país, Riek Machar, que se encuentra bajo arresto domiciliario.

El empobrecido país africano sufrió un lustro de guerra que provocó la muerte de unas 400.000 personas y que terminó con el acuerdo de paz de 2018, que estipuló un reparto de poder entre el Gobierno y la oposición pero cuyas principales disposiciones nunca se han llegado a implementar. EFE

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