Suiza y Chile: Migración, base de la amistad

Bajo una lluvia pertinaz tuvo lugar la ceremonia oficial de bienvenida. Keystone

Al reunirse este viernes en el marco de la visita de Estado a Suiza de la presidenta de Chile, Micheline Calmy-Rey, mandataria anfitriona, y su homóloga, Michelle Bachelet, evocaron oleadas migratorias.

La dirigente latinoamericana aludió al ideal compartido con las naciones vecinas de tener un país más justo, pero advirtió que Chile hizo su propia apuesta.

“En Suiza estamos agradecidos con los refugiados chilenos por habernos hecho tomar conciencia, de una manera muy clara, sobre las amenazas que pesan sobre los derechos humanos”, subrayó la presidenta Micheline Calmy-Rey, en su discurso de bienvenida a la jefa del Ejecutivo chileno.

Michelle Bachelet, a su vez, consideró que “esta es una oportunidad apropiada para dar testimonio del profundo agradecimiento que chilenas y chilenos sentimos ante la solidaridad suiza con muchos chilenos perseguidos”.

Ambas presidentas, ambas mujeres, ambas socialistas, Micheline Calmy- Rey y Michelle Bachelet coincidieron también en subrayar los puntos de encuentro que a lo largo de más de cien años de historia han surgido entre sus respectivos países, en especial, las oleadas migratorias helvéticas a Chile, por razones económicas, en el siglo XIX, y el flujo de exiliados políticos chilenos a Suiza en el siglo XX.

Aludieron igualmente a la inquietud compartida por el fortalecimiento de las instituciones multilaterales, de las estrategias para poner coto al deterioro ambiental, a las catástrofes naturales. A la voluntad común de proteger los derechos humanos y los principios humanitarios…

“Al respecto -enfatizó la también ministra suiza de Exteriores-, admiro el hecho de que, superando las pruebas dolorosas que atravesó, se consagre usted a reconciliar a la sociedad chilena con su pasado. Su combate y su valentía nos inspiran el más profundo respeto”.

Nuevos acuerdos

Los pronunciamientos de las dirigentes tuvieron lugar en el primero de dos días de la visita de Estado que la responsable chilena realiza a la Confederación Helvética, la primera desde que el presidente Eduardo Frei viajó a este país en 1995.

“Desde entonces, sin embargo, diversos acuerdos bilaterales han sido firmados: sobre la seguridad social, la protección de inversiones, de libre comercio con la EFTA, y sobre tráfico aéreo. El año pasado, un acuerdo sobre la asistencia judicial y la readmisión”, subrayó más tarde Micheline Calmy-Rey en conferencia de prensa.

En esa misma oportunidad, la presidenta suiza indicó asimismo que en el marco de esta visita, Suiza y Chile firmaron un acuerdo para evitar la doble imposición en el área del tráfico aéreo y dos cartas de intención, una de ellas sobre la cooperación científica y tecnológica y otra para el intercambio de jóvenes profesionistas entre ambos países.

“Identificaciones artificiales”

Durante el encuentro con la prensa y a pregunta expresa sobre la posición del gobierno de Chile con respecto a otros sistemas socialistas de la región, como el de Hugo Chávez, en Venezuela; Evo Morales, en Bolivia o Luis Inácio da Silva (Lula), en Brasil, Michelle Bachelet rechazó “identificaciones artificiales”.

“Yo creo que en América Latina tenemos, después de muchos años de historia, países que son democráticamente electos y eso es un elemento muy importante. Segundo, tenemos una América Latina que ha logrado crecer en los últimos años, con lo cual se ha logrado también generar mejores condiciones para los habitantes”, dijo.

Añadió, empero que aún hay 205 millones de personas en situación de pobreza en esa área del continente americano con lo que la pobreza es el principal desafío regional.

Su propio modelo

“Lo que sucede, es que los países tenemos distinta experiencia política, distinta capacidad en las instituciones, distintos momentos económicos, y distintos modelos… Muchos de ellos son líderes progresistas que quieren resolver esto de una manera diferente”.

La de Chile, según sus palabras, es la misma que ha aplicado Suiza: crecimiento económico con justicia social.

“Y a Chile, dijo, le ha ido bien. Chile ha logrado bajar brutalmente la desigualdad (…) No quisiéramos que a nadie se le coloque una caricatura, ni que a nosotros nos califiquen de A o B porque creemos que los gobiernos han sido electos con programas de gobierno y nosotros estamos cumpliendo con el programa de gobierno con el cual la gente confió en mí y me eligió”.

swissinfo, Marcela Águila Rubín

Contexto

La presidenta de la república de Chile, Michelle Bachelet, efectúa una visita de Estado a Suiza los días 1º y 2 de junio.

Viernes 1º de junio: Llegada a Zúrich.
Berna: Ceremonia con honores militares y reunión con el gabinete en pleno.

Sábado 2 de junio:
Lausana: Visita a la Escuela Politécnica Federal.
Ginebra: Visita al Comité Internacional de la Cruz Roja y reunión con autoridades locales.

Suiza y Chile

Después de que Chile alcanzó su independencia, a principios del siglo XIX, comerciantes, campesinos y artesanos suizos se instalaron en ese país.

Además de los aproximadamente 4’000 suizos registrados en Chile, de los cuales la mayor parte poseen la doble nacionalidad chilena y suiza, en Chile viven actualmente cerca de 60’000 personas cuyos orígenes son suizos.

Durante los años setenta y ochenta, Chile atravesó una de las fases más dolorosas de su historia: la “vía chilena al socialismo” trazada por el Presidente Salvador Allende terminó trágicamente en 1973 con el golpe militar del general Augusto Pinochet.

Miles de perseguidos políticos se vieron obligados a tomar el camino del exilio; muchos de entre ellos encontraron refugio en Suiza.

La actual presidenta chilena, Michelle Bachelet, fue víctima de la dictadura. Junto con su madre vivió exiliada en Alemania, mientras que su padre, militar de carrera, fue acusado de traición a la patria y murió como consecuencia de las torturas infringidas.