
Tomás Scola, la saga continúa
Concepción M. Moreno
Buenos Aires, 18 nov (EFE).- Decir Luis Scola en el mundo del baloncesto es hablar de un histórico componente de la Generación Dorada, de un hombre récord -5 participaciones en Juegos Olímpicos y otras tantas en Mundiales-, de un ala-pívot que triunfó en España y que alcanzó 4 veces los ‘playoffs’ en sus 10 campañas en la NBA.
Decir Scola es hablar de esfuerzo, de liderazgo y de éxito.
Máximo anotador histórico de la selección argentina, con la que obtuvo 16 medallas, entre ellas el oro olímpico en Atenas 2004 -tras asombrar al mundo entero eliminando a Estados Unidos en semifinales- y el bronce en Pekín 2008, y la plata en los Mundiales de 2002 y 2019, se retiró en 2021 de las pistas tras completar un rutilante palmarés.
En la ciudad española de Vitoria (norte), no solo exhibió un gran baloncesto con el TAU Cerámica (hoy Baskonia), que le hizo acreedor de una Liga, tres Copas del Rey y tres Supercopas de España -amén de alcanzar una final de la Euroliga y tres ‘Final Four’ consecutivas-. También fue padre.
Precisamente, en el último año de Luis Scola en el País Vasco antes del salto a la NBA, donde fue fichado por Houston Rockets -su mejor escuadra en la competición estadounidense-, nació su hijo Tomás (el segundo de sus cuatro vástagos), el Scola que ahora acaba de debutar en la selección argentina.
SUDAMERICANO SUB’15
El estadio de Obras Sanitarias, en Buenos Aires, alberga esta semana el Campeonato Sudamericano sub’15 y la Albiceleste debutó el pasado miércoles con una contundente victoria por 111-43 sobre Bolivia.
Ese encuentro contó en las gradas con dos espectadores de excepción: el exseleccionador Sergio Hernández, actualmente sin equipo, y el exjugador Luis Scola, dos de los protagonistas de la última medalla obtenida por el combinado absoluto en China 2019.
Su presencia fue reflejada en una fotografía por la cuenta oficial de la selección argentina en Twitter, que la acompañaba con un texto cargado de ironía y buen humor: «La U15 masculina anda floja de espectadores».
Lo que ese tuit no decía era que a quien saludaban ambos sonriendo y a distancia era a Tomás Scola, el jugador de 15 años, hijo del legendario ala-pívot argentino, que se encontraba en la pista.
Ese encuentro fue su primer partido oficial con la Albiceleste y, en él, anotó 11 puntos y capturó 5 rebotes.
En el siguiente duelo, jugado este jueves, Argentina volvió a apabullar a sus rivales, en este caso Ecuador (31-79) y Scola sumó 8 puntos y 1 rebote.
El joven Scola viste la camiseta número 4, como su histórico progenitor, ocupa la misma posición de ala-pívot que él y apenas mide cinco centímetros menos (2,01 metros por 2,06 de Luis Scola).
Actualmente milita en la academia del Varese, el club italiano en el que se retiró su padre y donde actualmente, con 42 años, ocupa puestos directivos.
SCOLA EN LA SELECCIÓN
Aún es pronto para saber dónde llegará Tomás y, de hecho, él mismo trató de sacarse presión de encima meses atrás, cuando reconoció que habría mucha gente pendiente de sus movimientos.
«Es posible que me critiquen si no juego bien, pero no cambio mi apellido por nada», llegó a declarar en una entrevista cuando participó, con solo 15 años, en los entrenamientos de la preselección sub’17 que iba a disputar el Mundial de España, al que él finalmente no acudió.
Luis Scola, integrante de la Generación Dorada -selección argentina que entre 2001 y 2016 obtuvo numerosos títulos y medallas en campeonatos internacionales y tuvo entre sus figuras a ‘Manu’ Ginóbili, Fabricio Oberto, Andrés Nocioni o Pepe Sánchez-, debutó en la absoluta en 1999, con solo 19 años.
Con la Albiceleste, alcanzó la cifra récord de 5 Juegos Olímpicos y 5 Mundiales, único en lograrlo en todo el mundo -al menos por el momento, ya que el español Rudy Fernández le iguala en citas olímpicas, pero está a un solo Mundial de él-.
Pese a que en la NBA no alcanzó la gloria como sus compatriotas Oberto o Ginóbili, que se proclamaron campeones con San Antonio Spurs, militó en Houston Rockets, Phoenix Suns, Indiana Pacers, Toronto Raptors y Brooklyn Nets, con promedios de 12 puntos, 6,7 rebotes y 1,3 asistencias en los 743 partidos que jugó antes de emigrar a China e Italia, donde se retiró hace poco más de un año.
Ahora, con Tomás Scola la saga continúa. EFE
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