UBS regresa a la senda de los números negros
Durante el cuarto trimestre del 2009, el grupo consiguió enderezar el timón y ganar 1.205 millones de francos. Pese a ello, el balance del año aún arroja números rojos por 2.736 millones de francos.
Oswald Grübel, consejero delegado, manifestó a los accionistas su rechazo a las recientes iniciativas bancarias propuestas por el gobierno Obama y confió en que el conflicto fiscal entre Washington y Berna –provocado por el UBS- pronto encuentre salida.
El UBS vivió tres años consecutivos de malas nuevas antes de recuperar el aliento.
En 2007, pérdidas por 4.400 millones de francos suizos; en 2008, un descalabro de 21.292 millones de francos; y en 2009, pese a los continuos esfuerzos de saneamiento financiero, los números rojos aún ascendieron a 2.736 millones de francos.
La única –contundente- diferencia entre 2009 y sus dos antecesores es que el gigante financiero helvético consiguió enderezar las cuentas y ganar 1.205 millones de francos suizos entre septiembre y diciembre del año pasado. Un resultado magro, pero una promesa de ganancias futuras.
Este martes, UBS presentó su balance financiero 2009 ante sus accionistas y ante los expertos del mercado bursátil, y en palabras de Oswald Grübel, consejero delegado del UBS: “Iniciamos el 2009 en lo más alto de la crisis, pero abandonamos el año con los pies puestos en la rentabilidad, gracias a la decisión de transformar al banco y de recuperar la confianza de sus clientes”.
Fugas de capital y personal
En el informe correspondiente a su desempeño financiero en 2009, el UBS refiere que los ingresos totales del grupo sumaron 22.601 millones de francos suizos durante 2009. Muy lejos de los ingresos de sólo 796 millones registrados en 2008.
En tanto, el gasto operativo totalizó 25.162 millones de francos en 2009, frente a los 28.555 millones de 2008. Lo anterior explica que mientras en 2009 las pérdidas totalizaron los 2.736 millones de francos citados, un año antes habían alcanzado un nivel de 21.292 millones.
El sacrificio fue alto, y así lo reconocen Oswald Grübel y Pascal Couchepin, consejero delegado y presidente del UBS, en la carta dirigida a sus accionistas:
“La plantilla de personal se redujo en 12.550 elementos durante el 2009, lo que sumado a otras medidas permitió ahorros fijos del orden de los 3.000 millones de francos suizos el año pasado”.
Señalan también que la fuga de capitales ascendió a 33.000 millones de francos suizos sólo durante el cuarto trimestre de 2009, lo que refleja aún la falta de confianza de sus clientes.
No, a las iniciativas Obama
En su discurso, Oswald Grübel dejó claro que el UBS está en contra de las recientes iniciativas del presidente estadounidense, Barack Obama, que buscan edificar una banca más responsable y menos permisiva con respecto al riesgo.
“Estamos realizando esfuerzos muy importantes para reposicionar al grupo y todo esto tiene lugar dentro de un entorno de cambios regulatorios. Sin embargo, restar importancia al principio del ‘demasiado grande para quebrar’ e iniciativas como la ‘Regla Volcker’ podrían tener profundas consecuencias sobre la industria bancaria como conjunto”, declaró.
El UBS mantendrá un modelo de negocios flexible y adaptable a nuevos cambios regulatorios, pero Grübel advierte que las reformas antes citadas pueden afectar a la institución.
Cabe recordar que el directivo hace referencia especialmente a una propuesta lanzada por el presidente de EEUU el pasado 22 de enero -inspirada por Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal en los años 70 y asesor financiero de Obama. Volcker propone limitar el derecho de los bancos de inversión a arriesgar capital propio en instrumentos especulativos si también administran fondos de pequeños ahorradores.
Confiamos en un acuerdo
El UBS puso el dedo en la llaga fiscal que tiene abierta con el gobierno de EEUU.
Reiteró que no olvida el compromiso que estableció con el Internal Revenue Service (IRS), en su calidad de autoridad fiscal máxima de Estados Unidos.
El banco reconoce que acordó entregar información confidencial de 4.450 cuentas suizas de clientes norteamericanos sospechosas de evasión, pero también destaca el hecho de que el 21 de enero, el Tribunal Federal Administrativo de Suiza (TAF) “haya considerado que no había base legal para la entrega de dicha información”.
Asimismo recuerda que en 2009, el IRS recibió alrededor 15.000 declaraciones voluntarias de contribuyentes que se acercaron al fisco a informar sobre cuentas bancarias en el extranjero.
“No sabemos cuántas de esas cuentas pertenecen al UBS”, cita y agrega que es importante ampliar la comunicación bilateral en este sentido.
Asimismo, destaca que “confía en que los gobiernos suizo y estadounidense sostendrán discusiones constructivas y llegarán a un acuerdo que satisfaga a las dos partes en este expediente”.
El nuevo UBS
De cara al futuro, Grübel afirma que el cierre del 2009 permitió fijar una clara estrategia rumbo a un nuevo UBS.
“Nuestra meta es fortalecer nuestra posición como líder global en el manejo de fortunas y retornar a la rentabilidad. Hemos trabajado en ello, establecimos una nueva visión y valores para transformar nuestro negocio. Ahora la prioridad es la seguridad de las inversiones y nuestra reputación como banco, por ello introdujimos nuevos procesos de gobernanza y un ‘Código de Conducta y Ética de Negocios’ que aplicaremos todo el tiempo”, puntualizó.
Andrea Ornelas, swissinfo.ch
UBS es producto de la fusión, en 1998, entre la Sociedad de Bancos Suizos y la Unión de Bancos Suizos (UBS). De ella nació el banco más importante de Suiza, especializado en la gestión de fortunas.
El Gobierno y el Banco Nacional Suizo (BNS) echaron a andar en 2008 un programa de salvamento para el UBS que costó 68.500 millones de francos suizos y que evitó la quiebra de la institución.
UBS protagoniza aún un escándalo fiscal en EEUU. Entre 2001, el banco encubrió y promovió la evasión de impuestos entre sus clientes estadounidenses adinerados. El fisco americano descubrió la red de incumplimiento y exigió al UBS la entrega de información confidencial de 4.450 cuentas.
El banco accedió el verano pasado, pero en enero de 2010, el Tribunal Federal Administrativo (TAF) de Suiza consideró ilegal dicha acción. Washington y Berna deben retomar el diálogo para llegar a un nuevo acuerdo.
El gobierno suizo propuso el pasado viernes (05.02) crear una comisión de investigación parlamentaria (CEP por sus siglas en francés) especializada en el caso UBS-FINMA.
Su misión sería investigar y determinar si fue oportuna y correcta la actuación del Gobierno y FINMA (autoridad supervisora del sistema financiero) cuando instruyeron al UBS, en febrero de 2009, a entregar información confidencial al gobierno de EEUU de 255 clientes sospechosos de evasión en EEUU.
Deberá expresar también si estima legal, o ilegal, el acuerdo extrajudicial al que llegaron Berna y Washington y que compromete al UBS a entregar datos confidenciales de otros 4.450 clientes al fisco americano antes del próximo verano.
Se espera que las dos cámaras parlamentarias se pronuncien a favor, o en contra, de la constitución de esta comisión en marzo próximo.
Hace 15 años que Suiza no constituye una CEP y, de hecho, ha conocido sólo cuatro de ellas en su historia.
El UBS pronosticó que la economía helvética crecerá un 2% en 2010.
La plantilla personal total de UBS pasó de 77.783 empleados en diciembre de 2008 a 65.233 elementos al cierre de 2009.
La división de Wealth Managment & Swiss Bank ganó 6.013 millones de francos en 2009.
Wealth Management Americas perdió 823 millones de francos.
Global Assets Management ganó 1.333 millones de francos.
Y banca de Inversión perdió 34.300 millones de francos.
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