Un medio independiente cubano niega las acusaciones del Gobierno de haber cometido delitos
La Habana, 13 nov (EFE).- El medio no oficial cubano El Toque negó este jueves las acusaciones de tráfico de divisas y evasión fiscal vertidas contra él por el Gobierno cubano, y las tachó de táctica de distracción para no reconocer que «su modelo es fallido».
El editor jefe de El Toque, José Jasán Nieves, rechazó en declaraciones a EFE las acusaciones del primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, y de la campaña lanzada contra este sitio web -con sede en Miami-, popular en la isla por la publicación de la tasa de referencia del peso cubano (CUP) y el dólar estadounidense (USD) en el mercado informal.
«No existe tal cosa como ‘terrorismo económico’ ni somos mercenarios al servicio de nadie. Y no hemos participado en ninguna acción de tráfico de divisas ni evasión fiscal», afirmó.
Nieves explicó que en torno al 50 % de su presupuesto anual de El Toque -que oscila, según sus propias afirmaciones, entre los 800.000 y el millón de dólares (691.000 y 863.000 euros)- proviene de la cooperación internacional estadounidense.
Además reconoció que El Toque ha recurrido a las remesas informales, como se decía en medios oficiales, para «facilitar el acceso a fondos» a participantes en «programas de formación y diplomacia pública de la embajada de Estados Unidos en La Habana».
«Usamos para ellos los mismos mecanismos que usan los cubanos para enviar remesas a Cuba; mecanismos que no pasan por el control del régimen», indicó Nieves.
Adujo que es la vía «más ventajosa para garantizar que los beneficiarios de programas de cooperación internacional y diplomacia pública reciban el dinero para sus proyectos», ya que la vía formal «supone que les sea convertido su dinero a las tasas irreales que mantiene» el Gobierno.
El tipo de cambio es de hecho el principal motivo de polémica del Gobierno cubano con El Toque, debido a que la publicación se ha hecho popular por la difusión diaria de un tipo de cambio del mercado informal, convertido en referencia para la calle.
Mientras la tasa fija oficial es -desde 2022- de 1 dólar (USD) por 24 pesos cubanos (CUP) para personas jurídicas y de 1 USD por 120 CUP para personas físicas, El Toque situaba este jueves el cambio en 1 USD por 460 CUP. La inmensa mayoría de las transacciones monetarias informales en la isla se rigen por El Toque o lo toman como referencia.
La convivencia de tres tipos de cambio provoca serias distorsiones en la economía cubana y dificulta la solución de otros problemas macroeconómicos del país, como la inflación, la pérdida de poder adquisitivo, la dolarización, la escasez, el déficit o la descapitalización de los bancos estatales.
Mientras tanto, la isla se encuentra sumida en una grave crisis desde hace más de cinco años y sin perspectivas a corto o medio plazo de recuperarse.
«Chivo expiatorio»
A juicio de Nieves, en el Gobierno cubano «están desesperados por conseguir un nuevo chivo expiatorio para desviar la atención de su estrepitoso fracaso y de la crisis en la que tienen sumido al país».
Aseguró que son «incapaces» de establecer la tasa flotante que prometieron y reducir las distorsiones en el mercado monetario. Mientras tanto, agregó buscan extraer divisas extranjeras «por todas partes, porque están quebrados».
«Necesitan mostrarse como víctimas de alguna conspiración externa para no reconocer que su modelo es fallido», concluyó
El Gobierno cubano anunció a finales de 2023 medidas para corregir las distorsiones en el mercado cambiario, pero por el momento no se ha aplicado ninguna. Se incluyó para la segunda mitad de este año una nueva tasa «flotante» -sin especificar el modelo de tasa o el tipo de cambio oficial-, pero hasta el momento no se ha concretado.
Por el camino, el Gobierno cubano ha puesto en marcha un programa de dolarización parcial de la economía con el objetivo de generar ingresos en divisas con los que poder comprar en el exterior -Cuba importa el 80 % de lo que consume- y recapitalizarse.
En los últimos meses se han abierto decenas de tiendas estatales en dólares y la administración pública y las empresas estatales han empezado a cobrar en divisas por muchos de sus servicios. EFE
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