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Un tuk-tuk de lujo con sello español recorre recónditos y exclusivos escenarios de Bangkok

María Carcaboso Abrié

Bangkok, 14 oct (EFE).- Una versión de lujo del tradicional tuk-tuk asiático ha empezado a recorrer Bangkok. Detrás del que se presenta como el primer servicio de alta gama del emblemático triciclo motorizado está la empresa española Tuk Me, con el objetivo de llevar a sus clientes a recónditos y exclusivos escenarios de la turística metrópolis.

«Me di cuenta de que hacían falta experiencias de lujo (en la capital tailandesa) y un día, en casa, pensé: ‘¿Por qué no hago un tuk-tuk de lujo?’ Y me puse a hacer bocetos», explica a EFE Paula Ros (Burriana, 1982), fundadora de Tuk Me y creadora del tuk-tuk ‘premium’, totalmente eléctrico y cuya cubierta, que imita la rafia, ha diseñado un escaparatista de Hermès.

Desde hace dos semanas, la empresa española, lanzada hace apenas cinco meses primero con un tuk-tuk estándar, ofrece rutas por Bangkok pensadas para enseñar sus «dos caras» tanto a turistas (normalmente, que han visitado antes la urbe) como a residentes que buscan experiencias «más elevadas», dice Ros.

Conducido por el tailandés Ton, este tuk-tuk blanco con asientos y cortinas de tonalidades marrones contrasta con la sumamente colorida versión original del vehículo tradicional.

Ros y los guías de Tuk Me recogen a sus clientes en opulentos hoteles de cadenas como Shangri-La, Hyatt o W para encaminarlos a joyas históricas y culturales menos conocidas de Bangkok, con paradas en restaurantes de estrella Michelin y bares de cócteles inspirados en los antiguos ‘speakeasy’ estadounidenses.

Pese al corto recorrido de la empresa, la demanda ha superado las expectativas, con usuarios de nacionalidades «muy diversas» (ucraniana, siria, francesa), cuenta su fundadora, que apunta a construir más tuk-tuks de lujo «cuando el servicio esté consolidado».

Reavivar el turismo

Tuk Me aterriza en Bangkok en un momento en el que Tailandia, una de las principales potencias turísticas del mundo, intenta, con dificultades, reavivar el sector, muy debilitado por la pandemia de covid-19 y que supone uno de sus principales pilares económicos y de su poder blando.

La crisis sanitaria hizo que el número de visitantes extranjeros al país asiático se desplomara desde un récord de casi 40 millones en 2019 hasta unos 420.000 en 2021.

El Gobierno se ha propuesto batir las cifras prepandémicas en 2025, con dificultades por la caída de turistas procedentes de China.

El plan para potenciar el turismo se centra sobre todo en estimular las visitas por parte de países y regiones con niveles de gasto altos en Tailandia, como Europa, India y Malasia, para paliar el declive de las llegadas de China, que sigue siendo el principal emisor de turistas, según el Ministerio de Turismo y Deportes.

El objetivo es conseguir hasta 3,4 billones de bat en beneficios por el turismo (unos 103.870 millones de dólares o 89.860 millones de euros) antes de diciembre.

Emblema de Tailandia

Tailandia ha convertido el tuk-tuk en uno de sus emblemas, si bien los primeros modelos de triciclo motorizado que llegaron al país del Sudeste Asiático en los años sesenta fueron importados de Japón.

Una versión más económica, fabricada a partir de chapas de metacrilato, popularizó su uso en Tailandia gracias en parte a su eficacia al circular por angostas calles frente a turismos de dimensiones estándar y a sus bajos precios: un trayecto de media hora en tuk-tuk convencional no suele superar los 250 bat (7 dólares o 6 euros), si bien puede variar según lo turística que sea la zona.

En contraste, la española Tuk Me ofrece viajes ‘premium’ más largos, de unas tres horas y media, con precios por persona que van desde los 3.700 bat (112 dólares o 97 euros) hasta los 4.600 (140 dólares o 121 euros) y varían en función de las paradas y de si incluyen o no refrigerios durante el recorrido.

A pesar de que su papel en modernas metrópolis como Bangkok haya quedado relegado principalmente a seducir a extranjeros en atracciones turísticas después de años de esplendor, iniciativas locales y también extranjeras, como Tuk Me, buscan revivirlos.

La ‘start-up’ tailandesa MuvMi, a través de una aplicación para móviles, ofrece servicios de transporte compartido con una flota de tuk-tuk eléctricos que se presenta como una alternativa sostenible. EFE

mca/pav/rf

(foto)(vídeo)

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