
Un yacimiento argentino revela las claves evolutivas de los dinosaurios de cuello alargado
Redacción Ciencia, 15 oct (EFE).- Un esqueleto de dinosaurio de hace 231 millones de años hallado en un nuevo yacimiento paleontológico en la precordillera Riojana (Argentina) ha arrojado luz sobre cómo evolucionaron estas criaturas hacia animales cada vez más grandes y de cuello más alargado, a los que se conoce como saurópodos.
Los primeros dinosaurios aparecieron hace 230 millones de años en el Triásico Superior, el primer periodo de la Era Mesozoica.
La mayor parte de las pruebas de la evolución temprana de estos animales se habían encontrado, hasta ahora, en dos cuencas geológicas de Sudamérica, Ischigualasto-Villa Unión, en Argentina, y la Formación Santa Maria en Rio Grande do Sul, en Brasil.
Un yacimiento nuevo que dará mucho de si
Pero en 2015, un equipo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) argentino comenzó a estudiar un potencial nuevo yacimiento del Triásico Superior en la Quebrada de Santo Domingo, a una altitud de unos 3.000 metros en los Andes de La Rioja.
Frente a las dos cuencas geológicas citadas, que llevaban casi 70 años siendo investigadas por su fácil acceso, al estar situadas en llanura, la Quebrada de Santo Domingo es un terreno menos accesible y más compleja de explorar, por su altitud, fuertes vientos y clima extremo.
«Comenzamos los trabajos en 2015, y no fue fácil encontrar restos, casi que desistimos, pero tras dos viajes fallidos, en 2016 empezaron a salir fósiles interesantes», ha explicado en una entrevista con EFE Agustín Martinelli, uno de los autores.
El esqueleto completo de saurópodo que describen este miércoles en la revista Nature apareció en 2018, y «este solo es el comienzo de lo mucho que dará de sí esta unidad geológica con abundante fauna fósil», ha avanzado Martinelli.
El investigador argentino señala que «estamos ante una zona paisajísticamente única, muy inhóspita debido a la altura, los vientos fuertes, la baja temperatura y el clima cambiante», de ahí que el nombre dado a la nueva especie sea ‘Huayracursor jaguensis’: un homenaje al viento en su primera palabra, y a Jagüé, un antiguo pueblo de arrieros ubicado a 40 kilómetros de la Quebrada Santo Domingo”.
Las pruebas evolutivas más antiguas
Los primeros saurópodos conocidos pesaban alrededor de 10 kilos y tenían cuellos relativamente cortos, pero a lo largo de su evolución fueron alargando el cuello y aumentando su masa corporal.
El esqueleto artículado y completo que describen hoy, sin embargo, ya medía más de 1,5 metros de largo y pesaba alrededor de 18 kilos, mucho más que ejemplares primitivos.
Aunque su cuello es más corto en comparación con otros esqueletos de saurópodos que se han encontrado en Sudamérica, «sus vértebras cervicales ya mostraban signos de cómo el cuello empezaba a estirarse y suponen la prueba más antigua de la evolución de la anatomía clásica de esta especie”, ha incidido Martinelli.
‘Huayracursor jaguensis’ perteneció a un linaje muy exitoso de dinosaurios herbívoros que incluye a los gigantes de cuello largo como Argentinosaurus y Patagotitan. Los análisis lo agrupan en el grupo Bagualasauria, junto a sus parientes que vivieron en lo que hoy es el Estado de Rio Grande do Sul, en Brasil, de una antigüedad similar.
Más adelante, en el Cretácico Superior, otros dinoraurios de este grupo llegaron a pesar hasta 20 toneladas y medir 40 metros de largo.
Además del esqueleto casi completo del ‘Huayracursor jaguensis’, los descubrimientos en el yacimiento de la Quebrada de Santo Domingo incluyen piezas de otras especies del Triásico superior como reptiles rincosaurios, cinodontos traversodontidos o etosaurios que están en proceso de estudio, con gran esfuerzo de los científicos, que, según informan, han dejado de recibir fondos estatales para seguir investigando. EFE
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