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Una compositora afroamericana marca un nuevo compás en el Concierto de Año Nuevo de Viena

Núria Morchón

Viena, 28 dic (EFE).- El Concierto de Año Nuevo de Viena abre 2026 con otro paso para dejar atrás el monopolio masculino al incorporar, junto al habitual sonido de los Strauss, obras de la austríaca Josephine Weinlich y de la afroamericana Florence Price, sumando al recital más seguido del mundo voces hasta hace poco olvidadas.

El famoso concierto, que tiene lugar el 1 de enero, ya estrenó en 2025 por primera vez la obra de una mujer, el ‘Ferdinandus-Walzer’ de la austríaca Constanze Geiger (1835-1890), un vals compuesto por ella a los 12 años y estrenado en 1848, que acaparó el protagonismo del recital de música clásica más seguido del planeta.

Geiger, además de compositora, pianista y actriz, hizo historia en un concierto dominado por la música de la familia Strauss, que hasta entonces no había incluido obras de mujeres en su repertorio y que nunca ha sido dirigido por una mujer.

Inclusión del talento femenino

En 2026, la inclusión del talento femenino continúa a cuentagotas, esta vez con dos compositoras, una de ellas Florence Price (1887-1953), la primera mujer afroamericana reconocida como compositora sinfónica y que pudo estrenar una de sus obras con una gran orquesta.

La Orquesta Sinfónica de Chicago interpretó el 15 de junio de 1933 la ‘Sinfonía número 1 en mi menor’ de Price, un hito histórico en una época en la que las compositoras, y más aún las afroamericanas, apenas lograban que orquestas profesionales incluyeran sus obras.

Price, que luchó contra el doble prejuicio del racismo y el sexismo, atravesó etapas duras y, tras divorciarse en 1931 de su primer marido, Thomas, por malos tratos, tuvo que mantener sola a sus dos hijos con varios trabajos, como organista de cine.

La musicóloga Irene Suchy explica a EFE que «hizo algo similar a lo que hizo el compositor checo Antonín Dvorák: tomar canciones populares y convertirlas en piezas musicales».

Suchy fue la impulsora del primer Concierto de Año Nuevo con un programa compuesto exclusivamente por obras de mujeres, celebrado en 2023 en la Sala Ehrbar de Viena y repetido desde entonces cada año.

El éxito de ese recital y el debate que generó figuran entre los factores que han contribuido a que el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, retransmitido en directo en un centenar de países, empiece a incorporar nombres femeninos a su repertorio.

Price fue también pionera en incorporar elementos afroamericanos en sus composiciones, inspirándose en su comunidad, su historia y su herencia -a través de la música góspel, el órgano o la voz-, dotando a su música de una identidad única.

Dirigido por el canadiense Yannick Nézet-Séguin, quien debutará en el Concierto de Año Nuevo, el recital contará con el ‘Vals del arcoíris’ de Price, además de la polka ‘Canciones de sirenas’ de la fundadora en Viena de la primera orquesta femenina de Europa, la austríaca Josephine Weinlich (1848-1887).

Tras su muerte en 1953, la música de Price cayó en el olvido hasta que en 2009 el hallazgo de un conjunto de sus manuscritos impulsó un redescubrimiento que devolvió su nombre a las salas de concierto.

En esa recuperación, Nézet-Séguin ha sido uno de los principales valedores de Price y la grabación de sus sinfonías número 1 y 3 con la Orquesta de Filadelfia fue distinguida con un Grammy en 2022.

«Empoderar a otras mujeres»

También Weinlich, que fundó en 1873 en Viena la primera orquesta femenina de Europa -que ella misma dirigía- y la llevó de gira por el continente y por EE.UU., tuvo un perfil reivindicativo al luchar por abrir espacios profesionales para las mujeres en un mundo dominado por hombres.

«Las obras de Weinlich muestran claramente que estaba interesada en empoderar a otras mujeres», valoró Suchy, que recordó el compromiso político de la compositora y su lucha por el voto femenino.

La musicóloga sostuvo que, a diferencia de muchos compositores varones, las creadoras de la época se organizaron para abrirse paso de forma común y también «intentaron crear redes para incluir a otras compositoras».

Como contraste, Suchy citó a Johann Strauss, de quien dijo que tras apoyar las protestas liberales de 1848 se apartó de ellas para no cerrarse puertas en la corte de los Habsburgo y acabó dando prioridad a la fama y los encargos.

En cualquier caso, «Johann Strauss, padre e hijo, valoraban a las compositoras, a sus contemporáneas, y también tocaban sus obras», destacó.

El Concierto de Año Nuevo de Viena, cuyos orígenes se remontan al año 1939, bajo el nazismo, es desde hace décadas el concierto de música clásica más popular del mundo, seguido por decenas de millones de espectadores.

Sin embargo, de sus 145 miembros apenas el 17 % son mujeres, y su incorporación a la Filarmónica no fue posible hasta 1997.EFE

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